martes, 31 de enero de 2017

PROGRAMA DE EXPRESIÓN ORAL.




Os enlazo  el Programa de Expresión Oral que ha publicado la Delegación Territorial de Educación, Cultura y Deporte de Granada.

Realizado por : Paulina Caparrós Carreño, Ventura González Ureña, Isabel Hidalgo Muñoz ,Clara Ortuño Aguilar ,Josefina Prados Castilla y Herminia Rivas García.

Tuve la suerte de llevar acabo este programa en el periodo que estuve en Granada, gran programa y muy importante llevarlo a cabo en los centros.

PÍDELE PERAS AL OLMO. INTERVENCIÓN INICIAL CON ALUMNADO QUE PRESENTA CONDUCTAS INADECUADAS.




A través del libro tenemos diferentes actividades para organizar de manera creativa la escuela, metodologías inclusivas, gestión del aula, desarrollo social y personal, modificación y contención de la conducta y gestión de convivencia.

Un gran material realizado por grandes profesionales que tuve la suerte de conocer . Pinchar en el enlace.

lunes, 30 de enero de 2017

ALIKE, UN CORTO PARA REFLEXIONAR.


Os invito a ver con vuestros hijos este genial cortometraje español que nos presenta un mundo estandarizado, con una vida muy ajetreada, en el que un padre, Copi, quiere enseñar a su hijo, Paste, el camino correcto. Seguro que este cortometraje nos ayuda a replantearnos  la necesidad de ir corriendo a todas partes, sin tiempo para detenerse a observar, y las agendas cargadas de actividades. Y nos motiva a contagiarnos del vitalismo, la creatividad y el asombro con el que nuestros niños contemplan el mundo. 

Daniel Martínez Lara y Rafa Cano Méndez son los directores de este impactante cortometraje producido en 2015 y que ensalza el valor de la imaginación, la creatividad y el asombro, cualidades de la infancia que quizá perdemos cuando nos hacemos adultos, pero que nuestros hijos podrían ayudarnos a recuperar y cultivar. Mucho hemos hablado sobre este tema con Catherine L’EcuyerHeike Freire o Álvaro Bilbao o incluso con cortos como Bailamos. Este cortometraje os va a encantar y a hacer reflexionar.

LOS 100 RECURSOS EDUCATIVOS DEL 2016.



Desde el blog  Eduteca, cuyo autor es Óscar Alonso, nos ofrece un listado de los 100 recursos más visitados  y difundidos. Os enlazo con dicha entrada para acceder al listado de recursos.
Gran trabajo realizado por Óscar mis felicitaciones.

Visto en: laeduteca.blogspot.com.es

EMOPLAY. RECONOCIMIENTO DE EMOCIONES.



EmoPLAY es una herramienta digital que permite entrenar el reconocimiento de varias emociones a través de las expresiones faciales.
Mediante una webcam o cámara integrada, EmoPLAY trabaja con distintas emociones como alegría, tristeza o enfado, de manera sencilla. Tras la elección de la emoción a trabajar, y una explicación tanto de la expresión facial asociada como de una situación en la que aplicarla, el usuario debe realizar los gestos determinan esa emoción, por ejemplo, sonreír para expresar alegría, y EmoPLAY analizará automáticamente su imagen indicando si la expresión es adecuada o no.
El programa ofrece configuraciones personalizadas para, por ejemplo, ajustar la sensibilidad del algoritmo de reconocimiento (mayor o menor dificultad), asociar una imagen de contexto que ayude a trabajar la emoción, modificar el refuerzo dado al usuario o el tiempo disponible para conseguir expresar la emoción.
El proyecto, impulsado por Fundación Orange, está desarrollado por CTIC Centro Tecnológico en colaboración, como Comité Científico, del Grupo de Investigación sobre Discapacidad (GID) de la Universidad de Oviedo.
EmoPLAY es un programa de descarga gratuita ya disponible para entorno Windows.
Próximamente disponible para dispositivos con sistema operativo Android e iOS.
Visto en: Fundación Orange

jueves, 19 de enero de 2017

RAZONES CIENTÍFICAS PARA LEER MÁS DE LO QUE LEEMOS.

La lectura, además de mejorar la empatía y la comprensión de los demás, es uno de los mejores ejercicios posibles para mantener en forma el cerebro y las capacidades mentales.



El informe La lectura en España 2017, encargado por la Federación de Gremios de Editores (FGEE), alerta de que los españoles no conseguimos aumentar nuestro nivel de lectura, pues estamos estancados en cifras que indican, según el último barómetro del CIS, que cerca de un 40% de los ciudadanos no leyó ni un libro en 2015. Ante esta situación el Gobierno parece tener en ciernes un Plan Nacional de Fomento de la Lectura incluido en el llamado Plan 2020 de acción cultural.Démosle pues al Gobierno y su Ministerio de Cultura argumentos científicos, particularmente desde la neurociencia, para seguir adelante con ese plan y llevarlo a cabo con éxito.

La lectura es uno de los mejores ejercicios posibles para mantener en forma el cerebro y las capacidades mentales. Es así porque la actividad de leer requiere poner en juego un importante número de procesos mentales, entre los que destacan la percepción, la memoria y el razonamiento. Cuando leemos activamos preferentemente el hemisferio izquierdo del cerebro, que es el del lenguaje y el más dotado de capacidades analíticas en la mayoría de las personas, pero son muchas más las áreas cerebrales de ambos hemisferios que se activan e intervienen en el proceso. 
Decodificar las letras, las palabras y las frases y convertirlas en sonidos mentales requiere activar amplias áreas de la corteza cerebral. Las cortezas occipital y temporal se activan para ver y reconocer el valor semántico de las palabras, es decir, su significado. La corteza frontal motora se activa cuando evocamos mentalmente los sonidos de las palabras que leemos. Los recuerdos que evoca la interpretación de lo leído activan poderosamente el hipocampo y el lóbulo temporal media. 
Las narraciones y los contenidos sentimentales del escrito, sean o no de ficción, activan la amígdala y demás áreas emocionales del cerebro. El razonamiento sobre el contenido y la semántica de lo leído activan la corteza prefrontal y la memoria de trabajo, que es la que utilizamos para resolver problemas, planificar el futuro y tomar decisiones. Está comprobado que la activación regular de esa parte del cerebro fomenta no sólo la capacidad de razonar, sino también, en cierta medida, la inteligencia de las personas.

La lectura, en definitiva, inunda de actividad el conjunto del cerebro y refuerza también las habilidades sociales y la empatía, además de reducir el nivel de estrés del lector. En ese sentido debemos resaltar el excelente trabajo de revisión del novelista y psicólogo Keith Oatley, de la Universidad de Toronto, Canadá, recientemente publicado en la revista científica CellPress y titulado Fiction: Simulación of Social Worlds (Ficción: Simulación de mundos sociales), destacando que la literatura de ficción es la simulación de nosotros mismos en interacción. 
Tras un riguroso y elaborado repaso de datos y consideraciones sobre psicología cognitiva, Oatley concluye que ese tipo de literatura al ser como una exploración de las mentes ajenas hace que quien lee mejore su empatía y su comprensión de los demás, algo de lo que estamos muy necesitados. Esa conclusión es además avalada por neuroimágenes, es decir, por datos científicos que exploran la actividad cerebral relacionada con ese tipo de emociones.
 La ficción que incluye personajes y situaciones complejas puede tener efectos especialmente beneficiosos. Así y como ejemplo, un trabajo recientemente publicado muestra que la lectura de Harry Potter puede disminuir los prejuicios de los lectores.

Todo ello sin mencionar la satisfacción y el bienestar que proporciona el conocimiento adquirido y cómo ese conocimiento se transforma en memoria cristalizada, que es la que tenemos como resultado de la experiencia. El libro y cualquier lectura comparable son, así, un gimnasio asequible y barato para la mente, el que proporciona la mejor relación costo/beneficio en todas las edades de la vida, por lo que debería incluirse en la educación desde la más temprana infancia y mantenerse durante toda la vida. 
Cada persona debe elegir el tipo de lectura que más le motiva y conviene. Los niños deben ser estimulados a leer con lecturas adecuadas a su edad y los mayores deben procurarse todo el auxilio que requieran sus facultades visuales para poder seguir leyendo y manteniendo en forma su cerebro cuando envejecen. Un motivo añadido para que los mayores sigan leyendo es la plausible creencia de que no somos verdaderamente viejos hasta que no empezamos a sentir que ya no tenemos nada nuevo que aprender.
Autor del artículo:  Ignacio Morgado Bernal es director del Instituto de Neurociencias de la Universidad Autónoma de Barcelona, autor de“Cómo percibimos el mundo: una exploración de la mente y los sentidos” (Barcelona: Ariel 2012)
Visto en: elpais.com

miércoles, 18 de enero de 2017

TABLETS, MÓVILES Y NIÑOS.


Comparto con vosotros un artículo muy interesante, del neuropsicólogo Nacho Calderón, sobre el abuso de las tecnologías en los niños. Me muestro al igual que él muy crítica respecto a este tema, porque cada día se van viendo las consecuencias en nuestros niños de tal abuso de tablets y móviles a edades muy tempranas. Nacho nos cuenta lo siguiente:
"La presencia en nuestras vidas de dispositivos electrónicos que utilizan internet (teléfonos móviles y tablets) es, a todas luces, inevitable – lo cual no es malo – pero su uso está rápidamente alcanzando dosis que nadie puede negar que constituyen un abuso.
Me gustaría compartir con ustedes las observaciones que a lo largo de los últimos años he podido hacer desde el privilegiado sillón de neuropsicólogo infantil (y por tanto terapeuta de familia).
Siempre me he mostrado muy crítico del abuso que se ha estado haciendo de la televisión. Sus efectos han sido marcadamente nocivos y son numerosísimos los estudios que lo demuestran. Inocentemente durante mucho tiempo pensaba que la televisión y los móviles o las tablets eran equivalentes, que sus efectos eran comparables. Desgraciadamente los efectos de éstos últimos son mucho más nocivos.
De la televisión siempre he dicho que es nociva en un doble sentido:
  1. Por el efecto hipnótico que ejerce, reduciendo las conexiones entre la corteza prefrontal (parte pensante del sistema nervioso) y el resto del encéfalo hasta niveles básicos de supervivencia. Por eso es tan descansado ver la televisión, por eso tantos adultos al llegar la noche decimos (me incluyo) “Estoy tan cansado que sólo quiero ver la televisión”. La pantalla ejerce un efecto hipnótico de tal calibre que literalmente dejamos de pensar (actividad que consume una gran cantidad de oxígeno) y pasamos a procesar la información que llega a través de nuestros ojos de a unos niveles insultantemente básicos. Por cierto, cuanto más tiempo se está expuesto a este efecto hipnótico, más difícil resulta salir de él.      
  2. Por lo que ver la televisión impide. Mientras se está viendo la televisión no se hacen otras cosas mucho más productivas. En el caso de los niños, particularmente, la televisión les impide estar jugando, que es la función más importante para el desarrollo del sistema nervioso. Hoy en día las habilidades de juego de los niños se han reducido gravísimamente.
Como dijo un filósofo  en un debate sobre la televisión “Yo no tengo televisión porque me quita mucho más de lo que me da”
Estos dos efectos nocivos de la televisión siguen siendo verdad cuando nos referimos a los teléfonos móviles y las tablets, pero debemos ahondar de manera más concreta.
La luz azul que emiten esos dispositivos ejerce un efecto hipnótico mucho más potente sobre nuestro sistema nervioso, de ahí que su poder adictivo sea mucho mayor que el de la televisión. Es mucho más difícil desengancharse – sea tras un uso puntual, o sea desde la adicción – de esos malditos aparatos que de lo que ya de por sí es desengancharse de la televisión. El pasado 1 de junio de 2016 el Instituto de Estudios Familiares – Family Watch – publicó un artículo en el que demostraba el incremento de la violencia de hijos hacia padres y cómo esta violencia está mediatizada en gran medida por el mal uso de los dispositivos electrónicos – el enfrentamiento entre los padres y los hijos es mucho más intenso cuando el tema de discusión es el teléfono móvil, la tablet o similar que por cualquier otra cuestión.
Creo que la página web del Family Watch debería ser la cabecera de internet de cualquier padre o profesor. http://www.thefamilywatch.org/.
Una de las grandes diferencias que existen entre la TV y los dispositivos con conexión a internet es la “interactuación”. La televisión – al menos la tradicional, la que no tenemos conectada a internet – implica una pasividad por parte del sujeto, solo puede verla, mientras que los móviles o las tablets permiten “bucear”, buscar, cambiar, jugar, responder, etc. A priori esta es una gran ventaja. El usuario tiene un control sobre qué hacer, no hay una pasividad tan apabullante.
Sin embargo, en mi experiencia esa capacidad para buscar, para interactuar, se convierte, en algunos casos, en el peor enemigo. A menudo veo niños que, aún sin saber leer, sin ni siquiera edad para hacerlo, son capaces de dominar una tablet al grado de entrar en la página web de su elección – con frecuencia YOUTUBE – y encontrar el video de su elección. Impresionante podríamos concluir. El problema es que rara vez el niño termina de ver ese video. Antes de que acabe ya habrá seleccionado otro de la lista que aparece a la derecha de su pantalla, y así hará, sucesivamente, saltando de un video a otro, sin terminar de ver ninguno de ellos.
En el extremo más patológico he visto jóvenes con diagnóstico de autismo enganchados a una determinada escena – de entre 5 y 25 segundos de duración – y repitiendo esa maldita escena durante horas. La rebobinan y vuelven a ver, constantemente.
Conozco un joven que es capaz de poner esa misma escena, de manera perfectamente sincronizada en tres dispositivos diferentes, produciéndole unos niveles de excitación orgásmicos.
No digo que las tablets o los móviles produzcan autismo, ni mucho menos, pero sin duda agravan y potencian los síntomas característicamente autistas.
Sin llegar a ese tipo de patología, lo que es indiscutible es que las tablets y los móviles están haciendo estragos en dos áreas muy concretas:
  1. Están reduciendo la capacidad de atención de los niños de manera dramática. La maldita luz azul que emiten esos dispositivos ejerce tal nivel de estimulación en el sistema nervioso que cuando se le requiera de nuevo atender de manera sostenida va a exigir niveles semejantes de estimulación, como ningún profesor, al menos hasta la fecha, es capaz de emitir una luz semejante, le va a ser muy difícil atraer y mantener la atención de sus alumnos. Pregunten a cualquier profesor con más de 10 años de experiencia en enseñanza infantil o primaria si la enseñanza de hoy es igual a la de hace diez años y si es más fácil o más difícil enseñar. Si van a hacer la pregunta, les recomiendo que reserven un buen rato para hacer una escucha atenta de una situación dramática.
Si, las tablets y los teléfonos móviles están produciendo déficit de atención. Estamos llenando las aulas de anfetaminas (concerta, rubifem, stratera, etc.), pero mientras sigamos llenando sus vidas de horas de pantalla, va a ser muy difícil que dicha medicación no siga aumentando sus índices de venta.
  1. Está reduciendo la socialización – el encuentro persona a persona – entre los niños y los jóvenes. Hoy en día es frecuente ver en plazas, restaurantes y parques a un grupo de niños mirando lo que hace otro en su móvil. No hablan, no juegan, solo miran lo que hace otro. Si son varios los que tienen móviles, se sientan en fila, uno junto al otro y se dedican a jugar en paralelo.
Recientemente me contaba la madre de un chico de 12 años que los niños de su clase ya no quedan en una casa los viernes o los sábados, en su lugar, quedan a determinada hora para conectarse a través de internet, con un determinado juego, cada uno desde su casa, sin verse, y pasan dos o tres horas frente a la pantalla.
Sin duda cada día soy más viejo. Puede que no esté siendo capaz de seguir el ritmo de los tiempos, pero lo que no tengo duda es que lo que veo en la consulta, cada vez con más frecuencia, es particularmente grave.
Me dicen que no debo denostar los dispositivos en sí, que todo en su justa medida es positivo y lo nocivo es el abuso. Absolutamente de acuerdo. Pero admitamos que por cada matrimonio que sabe enseñar a sus hijos a hacer un uso adecuado de las pantallas, hay no menos de 20 padres que ni saben hacerlo, ni saben qué hacen sus hijos con esos dispositivos y, desgraciadamente, ni se plantean que deben cuestionárselo.
Por terminar con algunos consejos concretos que tanto gustan a esos matrimonios ávidos de recetas fáciles y rápidas sobre cómo educar:
  1. Nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia permitan el uso de pantallas (TV, tablet, móvil, o similar) antes de ir al colegio. Tampoco en el trayecto al colegio.
  2. Nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia permitan el uso de pantallas (TV, tablet, móvil, o similar) durante el desayuno, comida, cena o merienda. Tampoco papá debe estar viendo las noticias o el deporte cuando estamos sentados a la mesa.
  3. Nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia permitan el uso de pantallas (TV, tablet, móvil, o similar) antes de estudiar o hacer deberes.
  4. Nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia permitan el uso de pantallas (TV, tablet, móvil, o similar) en un restaurante, bar, o similar. Si no dejan comer tranquilos a la familia, NO se preocupe.  Así han sido siempre las comidas  en familia. Eso es hacer familia. Es una magnifica ocasión para educarles, no la desperdicie.
  5. Nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia permitan que el uso de pantallas (TV, tablet, móvil, o similar) sustituya los juguetes, el deporte, salir con amigos o ir a ver a los abuelos.
  6. Nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia regale una tablet, un teléfono móvil, o similar a una persona menor de 14 años. Si se lo quieren comprar sus padres, allá ellos, tienen derecho a equivocarse, usted no.
  7. Nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia regale una tablet, un teléfono móvil, o similar a una persona mayor de 14 años sin antes consultarlo a sus padres.
  8. Nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia permita que una persona con un desarrollo neurológico no óptimo (con diagnóstico de déficit de atención, hiperactividad, retraso en el desarrollo, autismo, trastorno del lenguaje, síndrome de Down, síndrome de Williams, o cualquier otro trastrono, genético o no, que afecte al sistema nervioso central) utilice una tablet o un teléfono móvil o similar más de 30 minutos seguidos. Nunca más de 90 minutos al día – y solo en días sin colegio.
  9. Nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia permita que una persona con un sistema nervioso en su punto álgido de desarrollo neurológico (cualquier niño entre los 0 y los 7 años) utilice una tablet o un teléfono móvil o similar.
  10. Nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia permita que una persona con un sistema nervioso en el momento clave de desarrollo neurológico (cualquier niño entre los 8 y los 14 años) utilice una tablet o similar más de 30 minutos seguidos. Nunca más de 90 minutos al día – y solo en días sin colegio. No le permita tener un teléfono móvil.
Visto en: https://educarconsentido.com/2016/11/21/tablets-moviles-y-ninos/
Autor: Neuropsicólogo Nacho Calderón.