miércoles, 3 de diciembre de 2014

10 CONSEJOS PARA PONER LÍMITES A TUS HIJOS.

Asertividad, rutina y límites

Una forma asertiva de educar a tus hijos es poniendo reglas claras dentro de casa, suena fácil pero no lo es tanto, aunque sus repercusiones son muy positivas. Primero aclaremos que el elemento fundamental es manifestar el amor hacia tus hijos, que se sientan amados e integrados en la familia, luego vendrán los límites. Estos les darán un marco claro de que si se puede y que no, y eso genera un ambiente claro y seguro, y genera en los hijos confianza en ellos mismos. A primera vista suena como algo relacionado al castigo, o tener que ser mala onda con ellos. Los límites no tienen nada que ver con eso, más bien, son las reglas claras de convivencia, o dicho de otra forma las 5 o 10 cosas que “sí o sí” ocurren, o no siempre, en tu casa sin excepciones, unas tienen que ver con la rutina, otras con conducta, por ejemplo:
- Todos los días se hace la tarea después de comer y luego pueden jugar.
- Se duermen a las 8:00 pm.
- Después de cada comida se lavan los dientes.
- Nadie puede burlarse, ni jugando de algún miembro de la familia.
- Si lo lastimaste, se pide perdón (esto incluye a los padres).
- No se deja la ropa tirada.
- No se dicen mentiras sobre la escuela.

Las palabras que usas son importantes, ellos no tienen el mismo vocabulario que tú y por lo demás es mejor que un niño te obedezca porque comprende lo que es bueno/malo para él, a que lo haga porque en algún momento te tema.

10 consejos prácticos sobre poner límites a tus hijos

Con los consejos siguientes te irá bien, recuerda nadie nace sabiendo ser madre o padre, y tus hijos tampoco vienen con un manual bajo el brazo.

1. Objetividad. Un límite bien especificado con frases cortas y precisas suele ser claro para un niño. “no tires la comida al suelo” es mejor que un “Ten modales en la mesa” frase que no entenderá, “no sueltes mi mano en la calle” es mejor que un “Agárrame la mano” no entenderá cuando, ni dónde, “habla bajito” es siempre mejor que un “shh cállate”. Un niño no entiende lo que es bueno o malo, o lo que es portarse bien: “Pórtate bien”, “sé bueno”, o “no hagas eso” son frase sin sentido para él.
2. Opciones.  Las opciones son buenas para hacer que tu hijo obedezca algo que no quiere, debes saber cómo mostrarle una opción entretenida. Si les das una opción, el niño se siente con el control y la libertad, aunque tú la tengas, “prefieres bañarte ahora o después de cenar”.
3. Firmeza. La firmeza no tienen por qué estar relacionada con brusquedad, podrías asustarlos y si sabes cómo ser firme no será necesario levantar la voz. Un tono de voz seguro, sin gritos, y un gesto serio en el rostro. Los límites más suaves suponen que el niño tiene una opción de obedecer o no. El niño debe entender que no tiene otra opción más que la que das, pero antes de decir “Deja de tirar las cosas” gritando, prefiere usar un “hijo, lleva los juguetes a tu habitación, este sitio no es para jugar” con tono firme y duro, sin gritos.
4. Acentúa lo positivo. Los niños reciben de mejor manera las reglas positivas que las negativas.
5. Guarda distancias. Cuando a una regla se le antepone un “Yo quiero” (aunque suene extraño) estamos generando una lucha de poder personal y egos con nuestros hijos. Esto puede traerte malas consecuencias, por ejemplo de cariños personales. Evita el “quiero que comas ahora”, cámbialo por un “son las 2: hora de comer”, en cualquier caso su enojo no será contigo, será con el reloj.
6. Explica el porqué. Los niños necesitan respuestas y para que entiendan una regla necesitas explicarles el por qué. La respuesta “porque sí”, no sirve con niños, no entenderán, y a lo largo de su vida, cuando crezcan, te van a pedir las mismas respuestas que de niños no tuvieron. Manifiesta esta razón en pocas palabras: “No muerdas a las personas. Eso les hará daño” o “Si tiras los juguetes de otros niños, ellos se sentirán tristes porque se rompen”, son buenas opciones antes de un simple “porque no”.
7. Sugiere una alternativa. Las alternativas acompañan al límite y hace que parezca más positivo, como si lo estuvieras compensando, “ese es un lápiz labial, no es para jugar. Aquí tienes un lápiz y papel para pintar”. Sentirán que sus deseos sí son aceptados.
8. Firmeza en el cumplimiento. Las reglas flexibles confunden a los niños, si les dices que la hora de dormir es a las 8 y al otro día se acuestan a las 9 de la noche, el niño podría después pedirte esa flexibilidad.
9. La conducta estuvo mal, tu hijo no es malo. Deja claro a tus hijos que tu desaprobación está relacionada con su comportamiento y no va directamente hacia ellos. No muestres rechazo hacia los niños. Antes de decir “eres malo”, deberíamos decir “eso está mal”.
10. Controla las emociones. Debes evitar que tus emociones se salgan de control, si estás muy enojada, piensa, respira y luego corrige. Puedes causarte daño a ti misma y a tu hijo por un mal trato innecesario en un mal momento. Evita los gritos, pero se firme.

Recuerda nadie nace sabiendo ser madre o padre, y tus hijos tampoco vienen con un manual bajo el brazo.

Visto en :fundaciontelevisa.org

MODELO DE SESIÓN DE DISFEMIA.

MODELO DE SESIÓN DE DISFEMIA


La Disfemia, a veces a los mismos especialistas nos inquieta, cómo estructurar sesiones con alumnos tartamudos. Este documento que os adjunto nos sirve de referencia para estructurarnos las sesiones.

EVALUACIÓN DE LA DISFEMIA. TEMPRANA-INFANTIL-ADULTA.



1- EVALUACIÓN DE LA DISFEMIA TEMPRANA                                                                          

2- EVALUACIÓN DE LA DISFEMIA INFANTIL                                                                             

3- EVALUACIÓN DE LA DISFEMIA ADULTA

Os adjunto tres evaluaciones para la disfemia dependiendo de la edad. Nos  sirven de referente para saber sobre todo en las edades tempranas ,si estamos hablando de disfluencias propias de la evolución del lenguaje o de Disfemia.

TARJETAS DE APOYO GESTUAL DE FONEMAS DE MONFORT.


TARJETAS DE APOYO GESTUAL   

Cuando intervengo Dislalias con alumnos  de Ed. Infantil , me resulta muy útil apoyarme en estas tarjetas de apoyo gestual , ya que ellos al ver el gesto ( apoyo visual) rápidamente entiende que fonema le estoy pidiendo y punto de articulación de dicho fonema. Estas tarjetas también se las paso a tutoras de Ed. Infantil y padres para coordinarnos y que garantizar  éxito en la evolución del alumno.

martes, 2 de diciembre de 2014

NO ETIQUETEMOS.




NO etiquetemos...las etiquetas que ponemos a los niños pueden generar comportamientos no deseados .Es el llamado «efecto pigmalión» de los padres sobre los hijos, o de los profesores sobre los alumnos. Demasiadas veces se pronuncian expectactivas o prejuicios durante el proceso comunicativo con los más pequeños sin tener en cuenta que en el futuro pueden originar sentimientos, comportamientos o rendimientos no esperados y/o deseados.

Un niño va formando el concepto que tiene de sí mismo en base a las valoraciones que recibe de sus padres, de sus abuelos, de sus tios, de sus maestros... Y si bien de pequeñito no le consideran capaz de hacer determinada cosa, muy probablemente acabe siendo incapaz de hacerla. Y no porque no tenga capacidad o habilidades suficientes, sino porque su entorno más próximo le está transmitiendo este mensaje, que difícilmente le invitará siquiera a intentarlo, a probar suerte... Se sentirá menos capaz que ellos y pensará que no puede hacerlo, que no tiene capacidad suficiente... y por tanto, será peor. Esto es lo que se conoce como "efecto Pigmalión".

Por eso debemos motivarle y elogiar sus capacidades. Si el niño se siente capaz de hacer algo, y además siente interés por conseguirlo, actuará de forma motivada y será probable que alcance sus metas.



INFOGRAFÍA. SALUD DENTAL EN BEBES Y NIÑOS.



Recomendaciones para garantizar la salud dental en bebes y niños en las distintas fases del crecimiento.

CÓMO AYUDAR A TU HIJO A DEJAR DE CHUPARSE EL DEDO Y CONSECUENCIAS.



Chuparse el dedo es una conducta habitual y fisiológica en los bebés y niños de corta edad; pero cuando este hábito se prolonga en el tiempo puede originar complicaciones, por lo que es necesario corregirlo a tiempo.


Si tu hijo todavía se chupa el dedo, es importante actuar antes de la aparición de la dentición definitiva, a los 6-7 años, para evitar que surjan las complicaciones descritas en el punto anterior.
La actitud de los padres es muy importante y, ante todo, nunca se debe recriminar al niño en público ni ridiculizarlo para no minar su autoestima. Debemos recordar que es un hábito que ha adquirido desde la etapa intrauterina y ponernos siempre en su lugar. Posiblemente no sea suficiente con decirle repetidamente que no se chupe el dedo, ya que eso puede aumentar su ansiedad y perpetuar aún más la práctica.

Consejos útiles para ayudar a tu hijo a dejar de chuparse el dedo :

  1. Hablar con él con una explicación sencilla y que sea acorde a su edad. Hay que encontrar un momento que sea adecuado en el que el pequeño esté tranquilo. Las situaciones que suponen grandes cambios en la corta vida del niño, como el inicio del curso escolar o la llegada de un hermanito, no son los más propicios.
  2. Sistema de recompensas: es un sistema sencillo que puede dar grandes resultados. Se fijan pequeños objetivos diarios o semanales, a corto plazo, que merecen una recompensa si son conseguidos (una pegatina, un pequeño juguete…). Progresivamente se puede ir aumentando el nivel de exigencia, consiguiendo que tu hijo se sienta orgulloso y satisfecho de alcanzar sus objetivos. Así se consigue cambiar la conducta y mejorar la autoestima.
  3. Terapia de distracción: muchas veces los niños se chupan el dedo cuando están cansados o aburridos, por lo que encontrar maneras alternativas de que se distraiga y olvide por unos minutos su hábito, puede hacer que poco a poco desaparezca.
  4. Terapia de la sustitución: si se chupa el dedo porque tiene sueño o porque le cuesta conciliarlo, se puede introducir la figura de un muñeco o peluche que le acompañe y sea su nuevo compañero de juegos.
  5. Los métodos clásicos caseros, como poner sustancias amargas en el dedo, cintas, guantes, etcétera, pueden utilizarse si el niño está de acuerdo. En la mayoría de los casos, sin embargo, lo interpretarán como un castigo, lo que aumentará su miedo y reforzará su conducta (incluso chupándose el dedo de la otra mano).

Cuando el problema persiste más allá de los 5 años es recomendable consultar con el pediatra o con el psicólogo infantil, que considerarán derivarlo al logopeda y al odontopediatra si la situación lo requiere.
Qué consecuencias puede tener chuparse el dedo.
En los niños que utilizan chupete es más fácil vencer esa costumbre, ya que basta con retirar progresivamente el objeto en sí, cosa que no puede hacerse con los dedos. Además, la consistencia dura del dedo, frente a la más flexible del chupete, hace que chuparse el dedo tenga peores consecuencias para los más pequeños que el uso del chupete.
La aparición de problemas maxilofaciales, dentales y del lenguaje está en relación con la frecuencia, intensidad y tiempo de duración de este hábito, especialmente si se mantiene más allá de los 4 años de edad. Los principales trastornos que puede ocasionarle a tu hijo son:
  • Cambio de orientación de las arcadas dentarias:desplazándose hacia delante la superior y hacia detrás la inferior.
  • Maloclusión dental: mordida abierta (o anterior) debido a la falta de contacto entre los incisivos superiores e inferiores al morder.
  • Deformación del paladar: debido al empuje en dirección ascendente que produce la succión del dedo, el paladar modifica su forma haciéndose cada vez más convexo (paladar ojival).
  • Insuficiente desarrollo (hipoplasia) del maxilar superior: la posición anómala de la lengua en relación al maxilar por la interposición del dedo hace que este no se desarrolle al mismo ritmo que el resto de macizo facial.
  • Alteraciones del lenguaje: debido a la modificación de la situación normal de dientes, lengua y paladar, que son los elementos que intervienen en la fonación, la pronunciación de determinados fonemas puede verse afectada (/t/, /d/ y /l/) dando lugar a dislalias. También puede ser posible el ceceo y el seseo.


Fuente: Dra María Teresa Romero Rubio. Pediatra.