En los últimos años se observa una aceleración en el desarrollo psicosocial de los niñ@s queremos que nuestros hijos coman antes, caminen antes, hablen antes, escriban antes… Pero la biología requiere sus tiempos de desarrollo y hay que respetarlos.
Es en las etapas tempranas es donde surgen un sinfín de preguntas, relacionadas, sobre todo, con el desarrollo del lenguaje. Aquí es cuando a los padres se les encienden todas las alarmas y acuden a consulta con peticiones de: “no entiendo a mi hij@ cuando habla”, “no sabe decir algunas letras”, “mi hij@ tartamudea”… o cuando los niñ@s son un poco más mayores “no lee bien”, “hace mala letra”… Hasta cierto punto es normal este tipo de preocupaciones pero hay que ser conscientes de la gran complejidad del proceso de desarrollo del habla y la estrecha relación que guarda con el aprendizaje de la lectoescritura.
Por lo que se refiere al lenguaje, la escuela proporcionará al niñ@ la oportunidad de continuar desarrollándolos aprendiendo las letras, las formas, los sonidos, los significados, la estructura de las frases, las grafías…
Para los maestros , padres o familiares de los infantes es importante conocer “trucos” para detectar ciertos desajustes en el desarrollo del lenguaje, como por ejemplo:
Lenguaje oral:
- 0-12 meses aún no balbucea o hay ausencia de sonidos.
- 12-24 meses prefiere usar el gesto en vez de la palabra o no responde a su nombre.
- 2-4 años: no realiza preguntas, su habla es ininteligible.
- 5-6 años: no produce la mayoría de los sonidos del habla o sus frases son desestructuradas.
Lenguaje escrito:
Si más allá de los 9 años:
- Su letra es irreconocible.
- No comprende aquello que se le escribe o lo que él/la escribe.
- Comete muchos errores ortográficos.
- Omite o sustituye letras.
FUENTE: Eva Nieves. ISEP Barcelona.
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