martes, 28 de abril de 2015

EVALUACIÓN DE LOS PROCESOS DE LECTURA DE PALABRAS.







Una vez obtenido el perfil de competencias lectoras y escritoras del alumno con dificultades,
debemos elaborar un modelo de procesamiento capaz de explicar el conjunto de habilidades y déficit observados, relacionando la conducta lectora con los procesos cognitivos que subyacen a ella.

Para ello, lo más adecuado es proceder de manera sistemática y paso a paso, comenzando
por separar las conductas que responden a los procesos de acceso y de producción léxica de
aquellas otras que dependen de procesos sintácticos y semánticos de nivel más elevado, pues
aunque el procesamiento de la lengua escrita es de naturaleza interactiva, ya dijimos que el
procesamiento de las palabras tiene un carácter bastante automático y modular.

Os adjunto otro documento al igual que el anterior publicado por la Junta de Andalucía para evaluar la lectura de palabras.



EVALUACIÓN DE LAS COMPETENCIAS LECTORAS.













La competencia lectora se puede definir como la capacidad de construir, atribuir valores y reflexionar a partir del significado de lo que se lee en una amplia gama de tipos de texto, continuos y discontinuos, asociados comúnmente con las distintas situaciones que pueden darse tanto dentro como fuera del centro educativo.

Os adjunto un documento para valorar dichas competencias publicado por la Junta de Andalucía, espero que os sea muy útil.

TIPOS DE LECTURA.












TIPOS DE LECTURA

1.      Lectura subsilábicas: Es la lectura que realiza el niño, cuando para leer una palabra, por sencilla que sea, nombra cada letra para ir formando las sílabas, las que a su vez une para ir formando las palabras. En resumen se refiere al deletreo.

2.      Lectura silábica: El niño lee sílaba a sílaba las palabras.

3.    Lectura vacilante: Se caracteriza por la inseguridad del lector, el cual desatiende signos de puntuación, repite frases ya leídas y se detiene en algunas palabras para ii formando un deletreo mental.

4.     Lectura corriente: Es la que posee un lector maduro el niño va leyendo con cierta rapidez y fluidez, respeta a veces la buena pronunciación de las palabras y en general atiende a los signos de puntuación.

5.    Lectura expresiva: Reúne las cualidades de la lectura corriente, pero agrega la expresión al contenido de lo que se lee, Imprime a la voz los matices de entonación necesaria al texto que lee, lo que le permite a él y al oyente darse cuenta de los estados de ánimo que el otro imprimió al texto.

6.     Lectura combinada: Dentro de los tipos de lectura se pueden dar características combinadas. Ej: Lectura vacilante con lectura corriente.


VELOCIDAD DE LA LECTURA

-          Lenta.
-          Rápida.
-          Lenta y segura.
-          Rápida pero incorrecta.
-          Rítmica (Realiza pausa donde corresponde).
-          Arrítmica (Lenta y rápida).
-          Con ritmo normal.


-   Las normas basadas en la media de velocidad de lectura pueden servir para evaluar aproximadamente el nivel de velocidad lectora.

CURSO
1ºESO
2º ESO
3º ESO
II
III
IV
V
VI
VII
VII
IX
PALABRAS LEÍDAS POR MINUTO
86
116
155
177
206
215
237
252

martes, 21 de abril de 2015

ADICCIÓN A LAS REDES SOCIALES: SU MAL USO AFECTA A LA FELICIDAD.




Que las redes sociales han cambiado nuestras vidas es algo evidente. Es raro que a día de hoy la gente no tenga un perfil en Facebook o Twitter, sobre todo entre personas jóvenes.
No solo usamos las redes para comunicarnos de una manera rápida y efectiva. Hace tiempo que estamos enganchados y sentimos la necesidad de vivir 'conectados' continuamente. 
Mucha gente ya no concibe su vida sin compartir absolutamente todo lo que hace o sin exhibir sus fotografías a través de Facebook, Twitter e Instagram, que son las tres más utilizadas en todo el mundo
A la larga este tipo de actitudes pueden terminar resultando perjudiciales. Abusar de estas herramientas o hacer un mal uso de ellas pude generarnos innumerables problemas. Por ejemplo, pueden hacernos perder la atención y descuidar otras tareas más importantes. 
Si la cosa va más lejos y desarrollamos dependencia a internet y, en concreto, a las redes sociales podemos encontrarnos con situaciones muchos más graves como la ansiedad o la tristeza.

CÓMO NOS PERJUDICA ABUSAR DE ELLAS

Un estado de conexión permanente "provoca inquietud, falta de concentración y alteraciones del ánimo"asegura la psicóloga Begoña Carbelo. Hay gente que no es capaz de desconectar nunca y la idea de pasar tan solo un día sin poder acceder a sus perfiles para actualizarlos o para 'ponerse al día' les parece algo totalmente imposible.
Cuando llegamos a este extremo, es más que probable que tengamos un problema que a la larga terminará afectando a nuestro día a día. "Si una persona no es capaz de renunciar y centrarse en otras cosas, puede verse afectada su capacidad para disfrutar", advierte la psicóloga. Pero además, también puede deteriorase nuestra capacidad para estar con otras personas y para relacionarnos.
Como consecuencia de todo lo anterior, aquellos que han desarrollado un alto grado de dependencia de las redes sociales, pueden terminar sufriendo estados de ansiedad y estrés que, en muchas ocasiones, lleguen incluso a alejarlos de la felicidad. Y es que, en el peor de los casos "al final de de la ansiedad suele estar la depresión", añade Begoña Carbelo. 

LA ADICCIÓN A LAS REDES SOCIALES EXISTE

Actualmente estamos conectados las 24 horas del día. Cuando vamos en el metro, en una sala de espera, en clase, o incluso cuando has quedado con un grupo de amigos... la escena que suele repetirse es la de gente que no es capaz de desviar la mirada de sus 'smartphone' ni siquiera un minuto.

Esto es un síntoma clarísmo de que la adicción a lar redes sociales está ahí, ya que, como explica Begoña, podemos hacernos adictos a muchas cosas. En cuanto a las redes sociales, se trata de "un uso anormal en términos de intensidad y frecuencia de uso, que puede llegar a alterar el disfrute y la vida cotidiana"

Según explica la psicóloga, que además es profesora en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud San Rafael-Nebrija, las adicciones surgen cuando "nos acostumbramos y vinculamos a las cosas porque nuestra red de neuronas emite sustancias químicas, y nos hacemos adictos a las emociones que generan". Lo que suele ocurrir con las redes sociales es que nos enganchamos porque en ellas solo se suele proyectar lo positivo, o porque nos producen gratificación o buenas sensaciones casi al instante. 
El sector más propenso a caer en esta tipo de adicción es el de los menores y los jóvenes, ya que "no han aprendido a regular aún sus emociones", asegura. Además, recuerda que si aparecen "síntomas como la falta de atención, la alta dispersión, o la incapacidad de alejarse del móvil" puede ser señal de alarma. 
APRENDER A GESTIONARLAS ES BENEFICIOSO
Aprender a hacer un buen uso de las redes sociales es fundamental y puede mejorar nuestra vida mucho más de lo que nos pensamos. Es innegable que estas herramientas también tienen aspectos muy positivos, como por ejemplo estar informados o poder mantener el contacto con algunas personas a las que no podemos ver habitualmente. 
Hacer un uso controlado de las redes sociales nos aporta beneficios, normalmente asociados con "tener una mejor atención y concentración y, consecuentemente, un mejor rendimiento", comenta Carbelo. Lo mejor de todo es que el estrés que sufrimos durante nuestra vida cotidiana se verá reducido considerablemente si aprendemos a gestionar el tiempo y la dedicación que les solemos dar. 
Algunos de los consejos que da la profesora universitaria para mejorar nuestra relación con las redes sociales son los siguientes:
- Ponernos unos horarios para atender tanto a las redes sociales como al email. 
- Intentar organizar nuestro tiempo de ocio al margen de ellas. 
- Ser capaces de olvidarnos, un rato cada día, del móvil y nos estar consultándolas continuamente. 
Begoña Carbelo ha encabezado junto al sociólogo Javier de Rivera el experimento 'Desconectados', para estudiar cómo nos afecta el uso excesivo de las redes sociales. Para ello, 'desconectaron' durante dos semanas a dos jóvenes de cualquier tipo de conexión a internet, redes sociales y Whatsapp y analizaron sus reacciones.

EXPERIMENTO "DESCONECTADOS".




¿Es posible vivir sin smartphone  o sin acceder a las redes sociales? Ese es el reto que proponía 'Desconecta²', un experimento sociológico que pretende analizar las reacciones de los jóvenes cuando no pueden acceder a Facebook o Twitter  o viven apartados de sus teléfonos inteligentes. 
Parece muy difícil, pero los participantes de este proyecto apenas dudaron ni un momento cuando les ofrecieron la propuesta. Los elegidos han sido Casimiro Aguza, filólogo y estudiante de arte dramático, y Josefina Moratalla, especialista en sistemas informáticos. 
Ambos tienen 29 años y deberán aguantar dos semanas sin conectarse a ninguna red social. Querían vivir la experiencia de pasar un tiempo "a la vida de antes de las redes sociales" por lo que se lanzaron sin dudarlo.
No se consideran enganchados al móvil o las redes sociales pero, como casi todo el mundo a día de hoy, tienen una gran dependencia de ellos. Josefina dice que "desde que las redes sociales aparecieron en su vida casi no recuerda como nos comunicábamos antes". 
Desde el día 7 de abril estos dos jóvenes están narrando su experiencia a través de un vídeo diario en la web desconectados.net. Josefina cree que es posible aguantar estos días 'desconectada' porque sabe que cuando pasen dos semanas tendrá otra vez su Smartphone y podrá meterse en Facebook cuando le apetezca, pero considera que estar 'aislada' de esta manera para siempre sería muy complicado. 
Aguantar dos semanas en estas condiciones no es imposible, pero ambos están de acuerdo en que es muy complicado. "Hay momentos que son difíciles. A veces le pego cuatro gritos a quien tenga delante", asegura Casimiro. 
Para Josefina lo peor es no tener "un móvil con internet y todas las facilidades que nos da". Por ejemplo, asegura que Whatsapp es fundamental en su día a día a la hora de quedar con sus amigos y cree que ponerse de acuerdo de otra manera es casi imposible. 
Casimiro cree que el experimento está bien, "aunque existe demasiada incomunicación". Lo que no imaginaba es que esto le fuera a ayudar en su día a día. Asegura que estando ocupado lo lleva bien y que se está dando cuenta de que desconectado de las redes sociales y el Whatsapp se disfruta mucho más de la vida, de la gente...Cuenta, como anécdota, que ahora en el metro se entretiene observando a la gente. 
Los resultados de 'Desconecta²' están siendo analizados por expertos: la psicóloga Begoña Carbelo y el sociólogo Javier de Rivera, miembro del grupo de investigación Cibersomosaguas. Este último asegura que partían sin ninguna expectativa concreta y que los resultados les están sorprendiendo. 
Javier de Rivera asegura que al principio fue un cambio muy grande y les afectó mucho, pero poco a poco se han ido acostumbrando. 
Facebook y Twitter es lo que más usaban Josefina y Casimiro en su día a día, pero el sociólogo ha observado que existe una gran diferencia entre la dependencia de uno y de otro: el efecto de Facebook es mucho menos impactante. 
Lo más destacable para él es que el experimento está sirviendo a los 'desconectados' para cambiar su forma de relacionarse con las redes sociales, ya que están ganando autonomía y capacidad para decidir cuándo usarlas.
Una de las principales conclusiones a las que se ha llegado es que alejarse un poco de las redes sociales y Whatsapp ayuda a reducir los niveles de ansiedad. Javier de Rivera cree que los chicos están aprendiendo a que no les genere ansiedad el no poder estar todo el día enganchados al móvil o a una red social.
En su opinión, el tener que pararse a reflexionar para contar en los vídeos como va su día a día 'desconectados' es lo que les está ayudando a ser conscientes de estas cosas.

FUENTE: que.es

lunes, 20 de abril de 2015

NO QUIERE COMER NADA MÁS QUE PAPILLAS O POTITOS.






Ya es la 1 del medio día, va llegando la hora de la comida y has preparado unos filetes de pollo para tu niño. Piensas que esta vez lo podéis conseguir, que mastique de una vez. Tiene 6 años pero lleváis 3 intentando que coma sólido. Antes le dabais papillas y todo bien, pero cuando os vinisteis  a dar cuenta vuestro niño no quería comer otra cosa que no fueran papillas o potitos y habéis ido dejando pasar el tiempo, pero 6 años son muchos años ya. Vuestra madre/suegra se encarga de recordaros todos los días lo bien que lo habéis hecho. “¡Anda, anda, que eso os pasa por no haber pasado una guerra! Yo me tenía que comer las patatas a "bocaos", sin cocer ni ná!”  Ya será menos, pensáis.  El caso es que sabéis que en el fondo vuestra madre/suegra tiene algo de razón, vuestro niño debería saber comer variado y sólido pero no lo hace. Solo os falta hacer la procesión a Lourdes flagelándoos para probar que el niño coma. 

“Todas los días la misma historia” dice la agradable abuela/madre/suegra. “Llega el niño ve la comida y a llorar, y ahí va su madre y le pasa la comida por el robot de cocina, y el niño tan contento, se le quitan las lágrimas de momento” sigue la abuela/suegra. “Que si:  ¿cariño qué quieres?, ¿no te gusta el pollo?, ¿te hago unas patatas? ¿o quieres mejor unas croquetas?, ¡Un buen palo en el culo le daba yo y sin comer todo el día, ya verás cómo comía el niño!...  y encima siempre tenéis que terminar de darle de comer en la boca porque si no, no se lo come, eso o cuando no come ná y al rato pilla las galletas, y ¡¡¡¡venga galletas!!!! ¡Lo tenéis malcriado!” 

El caso es que os gustaría hacerlo mejor pero no sabéis cómo, que si se lo partas en trozos más pequeños, que si le mezcles con la papilla trozos de comida sólida ¡nada os ha dado resultado! ¿Qué hacer?

Lo primero de todo es concienciarnos que los primeros que tenemos que modificar los hábitos de comida somos nosotros. La hora de la comida es una hora para dedicarla a nosotros mismos y a nuestra familia, no a nuestro niño en exclusiva. Por lo tanto se acabó el dar potitos “porque es más rápido”, o “que coma primero el niño porque así luego comemos más cómodos nosotros”. NO, la hora de la comida es una hora en familia.

1.       Hablar con el niño/a, explicarle que ya es mayor y que tiene que comer cosas de mayores y que por lo tanto a partir de ahora se hará solo una comida, que no se la pasarás por el robot,  y que si le gusta bien, pero que si no le gusta no pasa nada, para la merienda habrá más comida. Que a partir de ahora tendrá que comer solo, que ya sabe coger los cubiertos y que por lo tanto estaréis muy contentos de verlo comer.

2.       Crear la rutina de la comida.  Es importante que la comida sea a la misma hora aproximadamente, en el mismo sitio (Comedor o cocina) y con las mismas personas (si puede ser con los papás mejor). Tiene que ser una hora en que, en la medida de lo posible vosotros lo dediquéis a comer juntos, vuestra vida no se tiene que paralizar porque él/ella no quiera comer.  Debe ser un rato en el que se aproveche para hablar de lo que ha pasado en el cole, lo que se va a hacer por la tarde, etc. Una actividad entretenida para hacer en familia.

3.       Dedicar un tiempo determinado a comer. Se acabó el estar horas y horas comiendo. Se le explicará, dependiendo de su edad, que en 20-30 minutos se recogerán los platos y se acabó el rato de comer. Y así habrá de ser, se le pedirá que recoja su plato y se le felicitará por ello.

4.       Si no se come lo que tiene en el plato ¡no pasa nada! FUERA DRAMAS, no os tiréis de los pelos. Es normal que las primeras veces coma poco o no coma, pero el niño/a tiene que comprender el nuevo hábito y esto llevará un tiempo.  Además un niño/a tiene que llegar con hambre a la hora de la comida, si pica entre horas no tendrá hambre a la hora de la cena y se volverá a repetir la misma historia. Si quiere comer sus galletas o alguna golosina que ésta sea después de la comida solamente si ha cumplido con comer a su hora y como premio por lo bien que lo ha hecho.  

5.       Ser constantes. Es posible que el niño/a intente patalear o llorar porque todo vuelva a ser como antes, pero vuestra actitud ante esto debe ser de ignorar los lloros y las pataletas, recordándole cual queréis que sea su comportamiento “cuando te sientes en la mesa te haremos caso” y seguid hablando entre vosotros sin que el niño/a consiga con los lloros lo que quiere.  



Prohibido, Nunca, Never.


Evitar centrarse en la comida y que toda conversación ronde la comida. Hay vida más allá de la comida y es importante que el niño/a coma pero es más importante que os fijéis en qué cosas ya hace bien  diferente de la comida  y que por lo tanto debéis de reforzar. La hora de la comida tiene que ser una actividad en familia divertida no un suplicio. Así que si no quiere comer es preferible no entrar en la lucha con el niño/a (ver vídeo), cuando se acabe el tiempo se retira el plato y ya comerá a merienda, o a la cena,…


 Prohibido poner raciones de comida inmensas. Tenéis que tener en cuenta que el estómago de un niño no  es como el de un adulto y que por lo tanto cabe menos comida. Es preferible que él niño/a pida más comida  que le pongáis un plato de comida tan rebosante que luego no pueda con ello. Además siempre será mejor ponerle la comida justa porque luego le podéis felicitar por habérselo comido todo, algo por lo que siempre se sienten bien los niños/as.

Prohibido hablar de la comida durante la comida, fuera negociaciones. Esto es, evitar comentarios como “cómetelo todo”, “coge bien el tenedor”,  “comete ese trozo”, “comete un poquito más”

Por supuesto prohibidísimo que si el niño/a no come en la comida se le triture, se le pregunte si quiere otra cosa o que luego pique entre horas galletas, yogur, u otro alimento. Recuerdo el caso de una madre que decía que su niña no comía en el comedor porque no le gustaba la comida y luego en casa, en cuanto llegaba, arramblaba con la caja de galletas o con lo que pillaba a su altura. Total cuando llegaba la hora de la merienda no tenía hambre y se volvía a repetir la escena de “NO QUIERO COMER”.

Evitar las comparaciones, “mira cómo come tu amigo Pepito, él sí que sabe comer” No hay cosa que más rabia de a un hijo/a que cuando lo comparan con otro. Al final terminas odiando a tu amigo/a y tú sigues comiendo igual de mal.


Más vale prevenir.

Colocar las galletas, golosinas o cosas que pueda picar en un sitio al que no pueda llegar. Para evitar que pueda comer entre horas.

Que participe en la elaboración de las comidas.  Es buena idea, y además una buena actividad para hacer juntos, que el niño/a participe en la elaboración de determinadas comidas (pizzas, bocadillos, etc) es una buena manera de que se acerque a ella desde otro punto de vista y os reportará mucha satisfacción a todos. Además ¿quién no ha metido el dedo en una tarta, chupado sus dedos de chocolate o cogido un trocito de queso de la cocina?


Fuente:quehacercuandomihijo.blogspot.

PRERREQUISITOS DEL LENGUAJE.








Antes de que el niño aprenda a comunicarse, debe aprender a prestar atención a los objetos y a las personas, a sentarse y atender por breves períodos de tiempo, a jugar de un modo adecuado con los juguetes, a imitar y a utilizar gestos y sonidos.

Las actividades enunciadas a continuación ayudarán a estimular las habilidades pre-lingüísticas.

1. Atender y sentarse. Estimular al niño a prestar atención a los sonidos, las voces y los objetos, es el primer paso en el aprendizaje de la comunicación.

2. Imitación motora. La imitación es un modo efectivo y natural de aprender, sin embargo hay algunos niños a los que hay que enseñar a imitar.

3. Permanencia de los objetos. Es ir estimulando en el niño la idea de que un objeto existe aunque no pueda verlo en ese momento. Estimulando esta función con objetos de apego, que son importantes para él. (Su biberón, alimentos que le agradan. Etc.)

4. Juego funcional. Antes de que el niño comprenda el nombre de un objeto, debe tener oportunidad de explorar y aprender que los distintos objetos tienen propósitos diferentes, por ejemplo: se toca un instrumento no se tira o arroja, o se juega con la pelota. Estimular al niño a jugar adecuadamente con cada objeto o juguete ayudándole físicamente su mamá . (elegir una cantidad de 2 a 3 objetos)

5. Esperar su turno. Para aprender a comunicarse, un niño de aprender muy temprano a esperar su turno en un diálogo aunque estos estén compuestos solo de gestos o sonidos, siguen secuencias en que se alterna el turno con otras personas. Su estimulación se puede realizar a través del juego con instrumentos u objetos como pelotas, colocando bloques, formando torres, etcétera, en que la mamá o terapeuta va alternando turnos con el niño, ayudándolo físicamente si no puede hacerlo solo hasta que él va percibiendo la actividad.


6. Comunicación intencional. Antes de que un niño comience a usar palabras para comunicarse, no solo debe tener una razón para hablar sino también formas de expresar sus necesidades y deseos. Comienza a darse cuenta de que su conducta tiene un valor comunicativo y puede ser utilizada positivamente para lograr resultados. . Para estimular la función se puede ayudar al niño tomando su manita para que nos muestre señalando (Declarativo) con el dedo lo que desea y a la vez verbalizarle el objeto que desea. De esta forma se está estimulando el señalar a través del gesto y el pedir verbalmente y puede lograrlo.

ACTIVIDADES PARA LA ESTRUCTURACIÓN DE ORACIONES.








Os adjunto un documento realizado por Patrocinio Celdrán Pedreño de Murcia donde nos da ideas para trabajar la estructuración de oraciones, aunque estas actividades van dirigidas a alumnos inmigrantes y de compensatoria, yo también las utilizo en la etapa de infantil para que vayan aprendiendo a estructurar frases. Pinchar en el enlace.

miércoles, 15 de abril de 2015

VUELVEN LOS PIOJOS ! GUÍA PRÁCTICA CONTRA LOS PIOJOS.




Las épocas de calor son propicias para que aparezcan los tan odiados piojos. Así como al comienzo del año escolar, cuando empiezan los días cálidos de primavera, volvemos a encontramos cara a cara con la pediculosis, o la infestación por piojos. 
Hoy en día existen todo tipo de tratamientos pediculicidas, algunos más efectivos que otros por lo que a veces los piojos no terminan de desaparecer, situación que acaba por desesperar a más de una madre. 
En este post comentaremos qué podemos hacer para combatir los piojos y para que desaparezcan definitivamente de las cabezas de nuestros hijos.
Es esencial saber cómo actuar para tratar adecuadamente la infestación por piojos y así evitar nuevos brotes. A continuación, una guía práctica contra piojos para madres al borde de un ataque de nervios.

Mantener la calma y el sentido común

Hay padres que se desesperan al enterarse de que su niño tiene piojos. Es importante saber que la infestación por piojos no tiene nada que ver con una higiene deficiente, con el largo del pelo, con el peinado ni es una enfermedad. 
Tampoco es necesario rapar ni cortar el pelo de los niños, y de ninguna manera utilizar productos que pueden resultar tóxicos o peligrosos como la gasolina o la lejía.
En estos casos hay que ser prácticos, informarse y actuar con decisión y sentido común.

Conocer y reconocer al enemigo

piojo
Para poder eliminarlos con eficacia debemos conocer primero cómo son los piojos y eliminar falsos mitos. Hay madres, como yo, que no vieron un piojo en su vida hasta que lo conocieron caminando por las cabezas de sus hijos.
Los piojos son unos bichitos asquerosos (porque bonitos no se puede decir que sean). Son parásitos que se alimentan de sangre humana y necesitan del calor del cuerpo para vivir. Miden entre 2 y 3 cm, son alargados, no tiene alas, tienen 6 patas (2 en la cabeza) y su color es marrón grisáceo. Al succionar la sangre inyecta una toxina que provoca picazón en la cabeza aunque algunos niños son asintomáticos.
Viven alrededor de 30 días en la cabeza, pero sólo dos días. como mucho, fuera de ella. Cada piojo hembra puede llegar a poner 200 huevos a lo largo de su vida (un promedio de 6 por noche), que son lo que conocemos como liendres. Son de color marrón claro y cuando están vivos se alojan a menos de medio centímetro de la raíz del pelo. 
Las larvas eclosionan del huevo a los siete días y tardarán una semana más en convertirse en piojos adultos. 
Los piojos se transmiten de persona a persona, por contacto directo de las cabezas. También a través de peines, almohadas, gorros, coletas, etc. No viven en areneros, ni en la hierba, ni en los animales domésticos.

Eliminar los piojos y las liendres

Ni bien detectamos un piojo en la cabeza de nuestros hijos debemos aplicar algún tipo de tratamiento. 
Lo más habitual es que en la farmacia nos recomienden algún pediculicida con permetrina o fenotrina, soluciones pesticidas indicada para combatir los piojos no recomendables para niños menores de 2 años. Pero estos productos no son tan eficaces. De hecho, se estima que un 80% de la población de piojos se ha vuelto resistente a estos insecticidas. Es decir, que los piojos sobreviven a su aplicación haciendo que los padres nos gastemos un buen dinero en comprarlos y sirvan para poco, o para nada.
liendres
Se recomienda  tratar los piojos con remedios caseros como aceites o sustancias naturales capaces de matar a los piojos por asfixia. Existe un producto que venden en las farmacias con aceite de coco y anís que tiene un fuerte olor y se aplica a modo de spray sobre la cabeza del niño. 

A mi me ha dado buen resultado, de momento, pero es importante no olvidarse de repetir el tratamiento por segunda vez a la semana o a los 10 días como se indica en las instrucciones del producto.
El vinagre, tiene que ser de manzana, es un clásico para combatir los piojos. En la web Madres contra piojos, que me ha ayudado mucho en mi lucha contra los indeseados huéspedes se habla de preparar un vaso de vinagre y la misma cantidad de agua caliente (sin hervir), colocarlo en el pelo, poner un gorro, dejar actuar dos horas, lavar la cabeza y pasar el peine fino. También se recomienda como muy efectivo un tratamiento con aceite para bebés.
Lo cierto es que una de las mejores formas de combatirlos es revisar con frecuencia la cabeza, especialmente en las épocas del año más activas, mirando bien en la zona de la nuca y detrás de las orejas, los sitios preferidos por los piojos. 
Una inversión segura es comprar un buen peine fino de dientes metálicos, conocidos como liendreras (el que a mí mejor me resultó fue el de marca Assy). No son baratos, pero merece la pena, pues otra forma efectiva de combatir los piojos es pasar todos los días el peine fino mechón a mechón para eliminar piojos o liendres que pudieran haber quedado vivos después de aplicar el tratamiento.
Una vez eliminados de la cabeza hay que quitarlos de otros lugares donde pueden sobrevivir uno o dos días. Hay que lavar con agua caliente la ropa de cama, sábanas, fundas de almohadas, cojines, toallas y ropa con la que que hayan podido tener contacto los piojos. Los peluches pueden ser uno de ellos, asi que lo conveniente es lavarlos o bien colocarlos dentro de una bolsa y dejarlos allí durante 10 días. 

Prevenir

Una vez que hemos aplicado un tratamiento para matar los piojos debemos ser muy cautos con la prevención pues sino en pocos días volverán a aparecer los indeseados bichitos. 
Cuando ya no hay rastros de piojos ni liendres en la cabeza, igualmente es conveniente revisar y pasar el peine al menos una vez por semana. Lo más aconsejable es lavar el pelo, aplicar abundante crema de enjuague para facilitar la tarea y pasar el peine a conciencia insistiendo en las zonas más conflictivas de la cabeza.
El vinagre de manzana es un buen método preventivo contra los piojos debido a que el vapor del vinagre asfixia a los piojos. Después de cada lavado aplicar una parte de vinagre por dos de agua en el pelo y no enjuagar.
En las niñas hay que evitar que vayan al colegio con el pelo suelto pues esto facilita el contagio. Cada niño debe tener su propia toalla, su propio cepillo y sus propios accesorios de pelo.
Existen repelentes en spray para piojos pero se pone en duda su toxicidad. En los herbolarios se pueden encontrar algunos aceites especiales para mantener los piojos a raya.
Existen también productos como champús de uso diario que contienen Quassia Amara, una planta tropical utilizada como insecticida para repeler los piojos.
Debemos intentar que el pelo de nuestros hijos sea lo menos atractivo posible para los piojos. Podemos hacerlo aplicando una buena cantidad de suavizante, si sin cremas que nos se enjuagan, mejor, usando gominas o rociando la cabeza de los niños con perfume o colonia.

Cuándo puede volver al colegio

Hoy en día los tratamientos eliminan los piojos en el mismo día, siempre que nosotros pasemos el peine fino para acabar con cualquier piojo o liendre que haya podido quedar vivo. Cada colegio tiene sus propias normas de actuación ante la aparición de algún caso de pediculosis, sin embargo la mayoría de los documentos oficiales de Salud Pública “consideran razonable que los niños no interrumpan su asistencia a la escuela”.
Lo que debemos hacer como padres es procurar que el niño vuelva al colegio limpio de piojos, repetir el tratamiento a los 7/10 días y actuar de forma preventiva pasando el peine fino con cierta frecuencia.

martes, 14 de abril de 2015

EGO GRANDE , SALUD PEQUEÑA



¿Quién no conoce a alguien que pretende llevar siempre la razón? Este tipo de personas no acepta otros puntos de vista diferentes del suyo. Discute y defiende su razón como si le fuera la vida en ello. Querer estar siempre en lo correcto es uno de los mecanismos más poderosos del ego. Esta actitud egocéntrica lleva a aparentar seguridad, autoconfianza y conocimiento, y a intentar demostrar que uno es siempre mejor que los demás (¿qué es si no despojar a los demás de su dosis de razón?). 
Pero dejarse llevar por esta forma de pensamiento refleja, precisamente, lo contrario, según la teoría de Albert Ellis (1913-­2007), creador de la Terapia Racional Emotiva, y autor de numerosos libros de autoayuda: “Querer ser superior a los demás genera un comportamiento inseguro y acarrea estrés y enfermedades psicosomáticas”.

Fuente de aislamiento... y úlceras

Desde un punto de vista social, querer tener siempre la razón es un rasgo inútil. “Es la enfermedad crónica de la humanidad. Probablemente, uno de los motivos por los que más se han enfrentado las personas, las naciones y las religiones”, en palabras de Raimón Samsó, escritor, coach y director del Instituto de Expertos para Emprendedores con Corazón.
En el ámbito más personal, defender a ultranza la propia opinión como si fuera irrebatible es otro motivo de conflicto, según el psiquiatra James Coyne, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pensilvania (EE. UU.). “Es una fuente de aislamiento que deteriora las relaciones personales y la convivencia con las personas que nos rodean”, opina.
Esta actitud no solo es un caudal permanente de conflictos con amigos, familiares y compañeros de trabajo. También es perjudicial para la salud. Diversos estudios realizados en la Universidad de Bradford (Reino Unido) descubrieron que el 62% de las personas que creía tener siempre la razón, sufría altos niveles de ira y estrés, lo que deprimía su sistema inmunológico.
Coyne añade que quienes se empeñan en salirse con la suya pueden padecer también úlceras y problemas del corazón. Este psiquiatra y varios colegas grabaron en vídeo discusiones protagonizadas por pacientes con problemas cardiacos y las agruparon de acuerdo con la negatividad de sus interacciones. Los pacientes más negativos con la otra persona implicada en la discusión tuvieron doble probabilidad de morir en los siguientes cuatro años que los que recibieron una calificación menos negativa. “Este es un asunto muy serio”, advierte Coney. “Conectarse armónicamente con los demás no solo evita problemas médicos, sino que ayuda en el proceso de recuperación de cualquier enfermedad”, prosigue.

Cinco reglas de oro para discutir, según los expertos en 'coaching'

1. Sea incondicionalmente constructivo, escuche al otro y póngase en su lugar.
2. Distánciese de su ego y de sus emociones negativas.
3. Nunca diga a su interlocutor que está equivocado.
4. No imponga a la fuerza su razón.
5. No se crea en posesión de la verdad. En una discusión lo mejor no es ganar, sino empatar. Busque la concesión negociada al estilo de Friedrich Nietzsche: “Tú tienes tu manera y yo tengo la mía. La manera perfecta de hacer las cosas no existe”.

FUENTE: elpais.com