miércoles, 25 de febrero de 2015

CUENTO: LA NIÑA RICA Y LA NIÑA POBRE.






Érase una vez dos niñas,  llamadas Beatriz y María. Beatriz era una niña muy rica y María era una niña muy pobre. Beatriz era ambiciosa y de todo lo que le regalaban nada le gustaba. Ella decía que a una niña tan rica tenían que darle todos los gustos; además, era muy caprichosa. Sin embargo,  María  era  muy  sencilla y se conformaba con todo.

Llegó el día de  Navidad y a  Beatriz le compraron muchos regalos, pero a Marìa nada, ya que sus padres no tenían dinero ni para comer.

  
Sus padres le dijeron: “Lo sentimos mucho, pero no tenemos dinero para comprarte nada. Pero nos esforzaremos y te compraremos algo, aunque no sea muy caro. ¿Qué quieres? Te lo compraremos.”

      Ella respondió: “Nada, tengo una familia, casa, comida y el amor de mi familia, ¿qué más puedo pedir?”.

Sus padres, poco a poco, le compraron una muñeca de trapo. Un día María estaba jugando con su muñeca y pasaba por allí Beatriz y le preguntó: “¿Eso es lo que te han comprado tus padres? ¡Buah!, a mí muchísimos regalos”. María contestó: “Sí,  ¿Qué más puedo pedir?, si tengo el amor de mi familia, casa, comida”.

 Lo que yo os quiero decir con este cuento es que el amor  da la felicidad. Pero el dinero no da la felicidad y sólo trae peleas y angustias.

  Autora: Ana Bejarano Ramos

8 CLAVES PARA ACTUAR ANTE LOS HIJOS CAPRICHOSOS.







Cuando tu hijo empieza a exigir constantemente juguetes u otras cosas que se le antojan, debes afrontarlo de forma inteligente, para que estos caprichos no vayan a más. Hay hijos caprichosos que no hacen más que exigir a los padres, y provocan situaciones violentas, estallando en rabietas si además no se les conceden. ¿Cómo podemos actuar en estos casos? Cómo es un hijo caprichoso .

– El primer rasgo que le define es el egocentrismo. No piensa en las necesidades de los demás. Está claro que los niños y durante la infancia, el egocentrismo es algo normal en su desarrollo, pero sí son capaces de comprender y satisfacer necesidades de otro. En los hijos caprichosos esto se vuelve muy difícil.

 – La segunda característica es que no tienen tolerancia a la frustración o esta está muy baja. Cuando algo se les niega, montan en cólera, arman un buen jaleo para llamar la atención, gritan, lloran, tienen una gran rabieta… y todo para conseguir lo que los padres le están negando.

 – No cuida las cosas, sus juguetes, sus pertenencias, y básicamente se produce porque nos las valora. Quiero lo que quiere en esos momentos, lo que quiso otro día, pierde  interés.


- No cuida las cosas, sus juguetes, sus pertenencias, y básicamente se produce porque nos las valora. Quiero lo que quiere en esos momentos, lo que quiso otro día, pierde interés. 

- Los hijos caprichosos pueden surgir de dos situaciones contrapuestas, o bien no se les presta la atención que reclaman de sus padres o bien se les presta demasiada. Por lo que suelen ser hijos infelices o insatisfechos, que muchas veces con jugar o estar más con ellos se cubre dicha necesidad. 

8 claves para los padres



La mejor de las noticias para los padres, es que el tener hijos caprichosos es algo que puede solucionarse. Hay que corregir la causa y habremos solucionado el problema. Veamos unas sencillas pautas que pueden reconducir la situación:

  1. 1. Hay que fijar límites en su educación, esto que no paro de repetir en muchos artículos, es una de las bases de la educación de cualquier hijo. En el caso de los caprichosos, es una forma de solucionar, pero también de prevenir. Estableciendo normas claras, en las que el niño participe a la hora de fijarlas, flexibles en cierto grado, acordes a su edad y su capacidad de comprensión, harán del niño conocedor de lo que puede y de lo que no puede exigir a sus padres.

  2. 2. Los padres deben estar coordinados y unidos. También se repite mucho esta pauta a lo largo de mis artículos. Es fundamental que habléis antes de los pormenores de la educación de vuestros hijos, tenerlo todo bien atado, y apoyaros el uno al otro delante de los niños. La coordinación y la comunicación entre vosotros será de lo más importante.

  3. 3. Hay familiares como los abuelos que pueden darles caprichos. De siempre se ha dicho que los abuelos para los caprichos y para educar los padres. Es normal que los abuelos, tíos o amigos puedan concederles algún capricho, tampoco podemos pasar al otro extremo, pero sí debemos hacerles entender que son situaciones excepcionales, y que no pueden exigir lo mismo a los padres, ni tampoco cada vez que vean al abuelo o abuela.

  4. 4. En ocasiones los padres no tienen suficiente tiempo, pero si se les da el que se tiene y se les da de calidad, podemos compartir muy buenos momentos con ellos.  La infancia de los hijos se pasa volando y el tiempo que paséis con ellos será parte de sus recuerdos para toda su vida. Hacer un esfuerzo y dejar el fútbol, a las amigas… y dedicarles un rato de juego cada día. Descubriréis la felicidad en esos pequeños ratos.

  5. 5. Hay que educarle para que aprenda a valorar sus juguetes y sus pertenencias. Si le llenamos de juguetes cada vez que llega su cumpleaños o los Reyes Magos, no sabrá apreciarlos, no le dará tiempo a jugar con todos ellos… Hay que enseñarle a valorar sus cosas, a que las cuide, a que no se aburra y rápido la sustituya por una nueva.

  6. 6 .Ambos padres deben educar de la misma forma. No podéis hacer uno de “poli bueno” y el otro de “poli malo”. Uno no puede ser el que siempre permita y el otro el que siempre regañe. Ya que de esta forma el hijo sabrá siempre a quién debe pedir las cosas. Poneros de acuerdo y estableceros también entre vosotros unos límites.

  7. 7. Cuando exija algo, hay que hacerle comprender lo que cuestan las cosas, y no me refiero solo a su valor económico. Ponerle algún reto para que, si lo cumple, obtenga esa recompensa. De esta forma le enseñáis lo que cuesta conseguir las cosas, premiáis su esfuerzo, y el niño valorará más eso que en un principio había exigido.

  8. 8. Manteneros firmes ante las constantes exigencias. Si os amenaza con montar el espectáculo, coge una rabieta, llora, grita… para conseguir de vosotros algo que consideráis que no debéis darle, manteneros firmes ante la presión. Puede tardar menos, pero se acabará dando por vencido. No es una cuestión de autoridad, es una cuestión de hacerle entender que no se puede tener todo, es una cuestión de ponerle límites. Muchos padres hoy en día no le ponen límites a sus hijos ni a sus exigencias, y luego esto se convierte en verdaderos problemas de educación que lo pagan otros niños, u otras personas cuando ya son más mayores.

Fuente: Psicoglobalia.com

LA COMPRENSIÓN DE PREGUNTAS: DIFICULTAD ESPECÍFICA EN NIÑOS CON TRASTORNOS PRAGMÁTICOS DE LA COMUNICACIÓN Y EL LENGUAJE.

 



Os enlazo un artículo muy interesante realizado por Isabelle Monfort y Marc Monfort sobre las dificultades que presentan los alumnos con trastornos en la pragmática del lenguaje. Información muy interesante para tener en cuenta. 

TRASTORNO ESPECÍFICO DEL LENGUAJE. GUIA PARA LA INTERVENCIÓN EN EL ÀMBITO EDUCATIVO.





La mejor forma de ayudar al alumnado con TEL es implicando a su profesorado en la intervención. Esa función no debería corresponder únicamente a las familias, sino también a los equipos directivos de los centros, que deben propiciar el cambio de un modelo educativo basado en la integración del alumnado con diversidad funcional a uno basado en los principios de la educación inclusiva.

 Se ha comprobado que los centros que más han avanzado en este terreno son los que tienen menos problemas relacionados con la atención a la diversidad. El mayor problema con el que nos encontramos las familias es que nuestros hijos no suelen recibir en el aula una atención adecuada a sus dificultades. 

Sus tutores pueden estar muy implicados, pero normalmente no van a disponer del tiempo, el apoyo o la preparación requeridos para una adecuada intervención en alumnado con TEL. Esta guía surge en una reunión de familiares de Atelga con un doble propósito: Por un lado se pretende facilitar a los profesionales educativos la identificación de alumnado con posibilidad de padecer un trastorno del lenguaje. Por otro lado, se proporcionan estrategias para trabajar con alumnado con TEL en el contexto natural del aula ordinaria. 

Son pautas de actuación que se pueden poner en práctica realizando pequeñas modificaciones en el programa diario del aula, en su organización, en el lenguaje utilizado para dirigirse a los niños, en los libros de texto, etc., sin que supongan desatención a los demás alumnos o un esfuerzo inasumible por parte del profesor.

 Las familias que forman Atelga  dan las gracias a Mónica Vilameá Pérez por la elaboración de los contenidos de esta guía y a Belén Vidal Porto por su colaboración. Y agradecen a las dos su continua dedicación a los niños y niñas con TEL. También  agradecen al Colegio Profesional de Logopedas de Galicia la extraordinaria acogida que han brindado a este proyecto.

Excelente guìa para tener en cuenta. Pinchar en el enlace.

martes, 24 de febrero de 2015

CUADERNO DE AMPLIACIÓN. CIENCIA DE LA NATURALEZA.




El cuaderno Enseñanza individualizada de Ciencias de la Naturaleza, para primer curso de Primaria,
es una obra colectiva concebida, diseñada y creada en el Departamento de Ediciones Educativas de
Santillana Educación, S. L., dirigido por Antonio Brandi Fernández. Pinchar debajo de la imagen.

PRESBIACUSIA. DEFINICIÓN, CAUSAS, SÍNTOMAS, DIAGNÓSTICO, PRONÓSTICO Y TRATAMIENTO.






Es la pérdida gradual de la audición a medida que la persona envejece. Aproximadamente, el 30% de los mayores de 65 años y el 50% de los mayores de 75 años tienen algún grado de pérdida de la audición. Al ocurrir de manera gradual muchas personas no son conscientes de la pérdida.

Causas

Hay muchas causas, pero con mayor frecuencia debido a cambios relacionados con la edad en el oído interno, en el medio o a lo largo de las vías nerviosas del cerebro.
Otros factores que contribuyen:
  • Efecto acumulativo de ruidos ambientales.
  • Pérdida de los receptores sensoriales en el oído interno.
  • Factores hereditarios. La pérdida de la capacidad de audición, puede iniciarse a partir de los 40 años en algunas personas hereditariamente predispuestas.
  • Envejecimiento
  • Salud.
  • Efectos secundarios de algunos medicamentos.

Síntomas

  • El habla de los demás suena entre dientes o mal articulada.
  • Las conversaciones son difíciles de entender.
  • Las voces de los hombres son más fáciles de entender que la de las mujeres.
  • Algunos sonidos parecen demasiado ruidosos o molestos.
  • Pueden haber zumbidos en uno o en ambos oídos.

Diagnóstico

Ante la sospecha por nuestra parte de padecer presbiacusia, acudiremos a la consulta de nuestro especialista en otorrinolaringología, el cual nos realizará una prueba que es fundamental para su diagnóstico, la audiometría. Nos realizará así mismo una otoscopia o exploración del conducto auditivo externo en su parte más profunda y del tímpano, descartando otras posibles causas de pérdida auditiva como los tapones de cera, los cuerpos extraños o las infecciones.

Pronóstico

Hay que tener en cuenta que de la hipoacusia a la sordera (pérdida total de la audición) hay sólo un paso, y que a la pérdida auditiva provocada por el envejecimiento propio de las células, se suma la situación del ambiente actual, que no ayuda, dado que los ruidos ambientales son cada día más importantes, llevando la pérdida auditiva a edades más tempranas.

Tratamiento

El tratamiento debe instaurarlo su médico basándose en los siguientes datos:
  • Edad del paciente, su estado general de salud y su historia médica.
  • La avanzado de la enfermedad.
  • Expectativa para la trayectoria de la enfermedad.
  • Tolerancia del paciente ante determinados medicamentos o terapias.
Las posibilidades de tratamiento pueden ser:
  • Evitar ruidos fuertes y reducir la exposición al ruido.
  • Utilizar tapones para los oídos.
  • Utilizar audífonos en uno o en ambos oídos.
  • Amplificadores telefónicos.
  • Aprender a leer los labios.

MI NIÑO NO COME.






Mi niño no come, en numerosas ocasiones escuchamos esta frase de padres angustiados porque sus hijos no comen , os enlazo una serie de consejos que os ayudaran.


1 No obligar nunca a comer a un niño. Un adulto puede que se niegue a probar bocado por los dictados de la moda pero a un crío aún no le pesan las normas sociales. Por tanto no se debe insistir en que el niño trague a toda costa.

2 Cuánta cantidad de comida es necesaria. Cada uno de nosotros necesita un aporte calórico distinto, razón por la que la alimentación no puede tomarse como una ciencia exacta. Unos zampan como elefantes mientras otros comen como pajaritos. ¿Por qué entonces se intenta medir a los niños por el mismo rasero? Un niño de año y medio puede que necesite comer la misma cantidad que un bebé de nueve meses.

3 ¿Seguro que no come nada? Para la mayoría de los padres no comer nada significa que su hijo no engulle lo que ellos creen que necesita. Quizá si su medida fuera medio plato en vez de uno repleto hasta el borde cambiaría su percepción.

4 Los que de verdad no comen. Las enfermedades y los celos provocan un rechazo a la comida que suele ser transitorio y una vez solucionado el problema regresa el apetito.

5 El trabajo de mamá. El regreso laboral de mamá origina en ciertos bebés una negativa a alimentarse si no lo hace su madre. Pueden no consumir nada en ocho horas y luego ponerse las botas cuando ella regresa.

6 Un asunto de honor. Los padres, sobre todo las madres, suelen vivir la inapetencia como un agravio personal. Otras consideran un deber atiborrar a su hijo.

7 Culpabilidad. Frustración y un terrible sentimiento de no saber cumplir como lo hicieron con ella, fustigan a muchas madres para quienes la hora de la comida es un calvario.

8 Niños incomprendidos. Imagínese qué pensará su hijo. Él, que sólo cuenta con el cariño de sus padres, de repente se ve atacado por aquellos en quienes confía, que insisten en cebarle cuando ya no le entra más y encima se enfadan y le gritan.

9 La prueba definitiva. Coma en proporción a lo que da a su hijo. Si el niño pesa 10 kilos y engulle un plato, tráguese usted cinco o seis raciones. Seguro que revienta.

10 Pecho "for ever" y a libre demanda. La leche materna es el alimento más completo y nutritivo. Si el niño no pierde peso es conveniente alargar la lactancia hasta el año o los dos años. Siempre sin imposición de horarios, porque él ya lo pedirá cuando lo necesite.

11 Las papillas. Nunca se debe sustituir el pecho por la infundada creencia de que los cereales alimentan más. Cuando los niños ya degustan papillas hay que saber que casi ninguno logra terminarse la medida recomendada porque es simplemente una orientación, no un dictado.

12 Horror a las verduras. El pequeño estómago de los niños admite pequeñas cantidades, o sea, muchas calorías en poco volumen. Las verduras contienen mucha fibra y escasas calorías, por lo que les enguachina pero no les sacia. Apenas unas cucharadas serán suficientes para que le saquen el gusto.

13 La papilla de frutas. Con las frutas viene a suceder lo mismo que con las verduras. Si el crío las rechaza pruebe a darle una manzana a mordiscos o una pera en trocitos, por ejemplo. Las recomendaciones y mezclas frutales del pediatra no tienen por qué ir a misa.

14 Respetar el sueño. Algunos padres enchufan a sus hijos el biberón mientras éstos duermen y después se quejan de que no comen cuando están despiertos. ¡Pero si ya se han alimentado!

15 Chucherías prohibidas. Al margen de que el niño coma o no coma, los dulces y las famosas chucherías sólo una vez al año para que no hagan daño.

16 La crisis del año. Justo a los 12 meses se frena la velocidad de crecimiento y por tanto no precisan la misma cantidad de alimento. A partir de los cinco años aumentarán el gasto energético y las necesidades.

17 El perceptil. Las gráficas de peso traen fritos a los padres. En cada país se elabora una distinta y nunca coinciden entre ellas. ¿Quiere eso decir que según el lugar del mundo en que pesen a su hijo estará por encima o debajo de la media?

18 Defensas infantiles. Los más pequeños se defienden ante la indigesta ofensiva paterna a base de hacer bola, escupir e incluso vomitar. Nunca se niegan por capricho. Evolutivamente los críos tienden a rechazar los sabores desconocidos por simple supervivencia.

19 Un dragón llamado alergia. La alergia puede provocar la negativa del niño a ingerir ciertos alimentos como la leche, el gluten, el huevo o cualquier otro incompatible con su inmaduro organismo. Por eso es conveniente no obligar a comer.

20 Estimulantes del apetito. Los tónicos estimulantes contienen psicofármacos que actúan sobre el centro cerebral del apetito y su efecto desaparece en cuanto se deja el medicamento. Poco aconsejables salvo excepciones.

21 Cómo introducir los alimentos. A partir de los seis meses se pueden ir probando nuevos sabores con gran precaución y muy lentamente.

22 Estrategias. No guardar la comida para la cena. Ponerle en el plato sólo lo que suela tomar aunque sean tres cucharadas, si tiene hambre pedirá más. Evitar las broncas y los sobornos.

23Vegetarianos. Cuando los padres son vegetarianos los niños pueden vivir perfectamente con una dieta ovo-lacto-vegetariana.

24 Acostumbrarse a comer de todo. Obligarle a comer un determinado alimento es la mejor forma de lograr que lo odie para el resto de su vida. Si no se le fuerza acabará probándolo.

25 Comer solo. Un niño se puede negar a comer porque quiere meterse él mismo el alimento en la boca y no se lo permiten. Aunque se estire la hora del almuerzo y ponga todo perdido es preferible concederles cierta independencia.


Fuente: elmundo.es

lunes, 23 de febrero de 2015

ADQUISICIÓN DE FONEMAS SEGÚN LA EDAD.



Los padres y educadores deben tener presente que los niños adquieren los fonemas de acuerdo a su edad. Por ejemplo un niño que dice “lete” cuando se refiera a “leche” o “calo” en lugar de “carro”, probablemente no ha desarrollado habilidades articulatorias que le permiten pronunciar adecuadamente los fonemas de las consonantes “ch” y “r”. Por otro lado no se descarta que existan otros factores como problemas orgánicos o la sobreprotección familiar e inadecuados modelos de pronunciación, factores que influyen en los problemas de lenguaje.

A nivel de articulación, generalmente se considera que en los seis primeros años el niño adquiere progresivamente el sistema fonológico del idioma español.


Intervención en problemas de lenguaje

Para una adecuada intervención es necesario el apoyo de la familia para brindar una adecuada estimulación del lenguaje, realizar ejercicios de respiración y praxias, así como la guía y orientación de una especialista en terapia de lenguaje.

Ejercicios de praxias:

La articulación de los fonemas está relacionada con el desarrollo motor del niño, por ello el objetivo de las praxias es ejercitar la motricidad fina que afecta a los órganos de la articulación, de forma que el niño/a pueda adquirir la agilidad y coordinación necesarias para hablar de una forma correcta.

Ejercicios de soplo:

  • Soplar una corneta o silbatos.
  • Aprovechar el baño para soplar las burbujas del jabón.
  • Inflar globos.
  • Hacer bolitas de papel y pedirle que las sople en una superficie plana a manera de juego.
Ejercicios de labios:
  • Apretar los labios y aflojarlos sin abrir la boca.
  • Separar ligeramente y juntar los labios con rapidez.
  • Sonreír sin abrir la boca y posteriormente reír.
  • Proyectar los labios hacia la derecha y hacia la izquierda.
  • Oprimir los labios uno con otro, fuertemente.
  • Sostener un lápiz con el labio superior a modo de bigote.
  • Inflar las mejillas y al apretarlas con las manos hacer explosión con los labios.
  • Abrir y cerrar la boca como si bostezara.
Ejercicios de lengua
  • Sacar la lengua lo máximo posible y volverla dentro de la boca en movimientos repetidos a distintos ritmos.
  • Mover lateralmente, la punta de la lengua, al lado izquierdo y derecho.
  • Sacar la lengua y levantarla lo más posible y luego, bajarla al máximo.
  • En el interior de la boca, llevar la lengua en todas las direcciones.
  • Tocar la cara inferior de las mejillas interiores con la punta de la lengua.
  • Movimientos giratorios de la lengua, siguiendo toda la superficie de los labios, primero en un sentido y luego en el contrario.
  • Movimientos rápidos de salida y entrada de la lengua, vibrando sobre el labio superior.
  • Acartuchar la lengua doblando los laterales de la misma.
  • Sacar y meter la lengua alternadamente, primero con lentitud y luego con rapidez.
Ejercicios de mandíbula
  • Abrir y cerrar la boca.
  • Hacer como si mascaramos chicle.
  • Imitar el movimiento de bostezo.
Recomendaciones:
  • Tener en cuenta que el desarrollo fonemático de cada niño es variable pero hay que considerar las edades topes de adquisición según la tabla sugerida.
  • Los ejercicios propuestos deben ser motivadores para el niño/a, por tanto la educadora debe emplear estrategias o materiales atrayentes como silbatos, burbujas, láminas o espejos para la imitación de los movimientos práxicos.
  • Es importante que el niño realice estos ejercicios de manera divertida, a manera de juego, la motivación es la principal aliada para el logro de los objetivos propuestos.
  • Deben ser lo suficientemente breves para evitar el cansancio del niño/a.
  • Acudir a un especialista cuando se tenga dudas sobre el normal desarrollo del lenguaje del niño, él será la persona más indicada para detectar cualquier problema o anomalía y orientarnos sobre cuáles son las terapias más convenientes.
Fuente: cosasdelainfancia.com

LA IMPORTANCIA DEL GATEO EN LOS BEBÉS.

La importancia del gateo en los bebés

El gateo muchas veces se entiende como un proceso que no todos los bebés debe realizar, pero muchos padres no toman la importancia a este momento en e ldesarrollo psico-motor de sus hij@s.
A través del gateo los niños desarrollan la visión, el tacto, el habla, el equilibrioEste es el resultado de una evolución en el control del cuerpo. Es un movimiento armónico, simétrico, coordinado que proporciona a la columna un alivio rápido y efectivo desde las primeras jornadas del ejercicio.
Los bebés comienzan a gatear hacia los ocho a nueve meses, mientras que otros aprenden a caminar sin haber gateado nunca. Todo depende del estímulo que los padres le den a sus bebés para que gateen, porque recuerda que cada niños es distinto y tiene sus propios tiempos.
Para el bebé esta es una etapa muy importante en su desarrollo ya que les ayuda a fortalecer y desarrollar los músculos de sus brazos, piernas, espalda y cuello, así como las articulaciones de todo su cuerpo. Mediante el gateo el bebé desarrolla sus sentidos y desarrolla la autonomía, ya que al abandonar la tranquilidad, el bebé comienza a decidir hacia dónde ir y por dónde moverse.

Qué debes tener en cuenta

  • 1. El gateo es una de las bases para el desarrollo cerebral y educativo del niño: gracias al gateo se van creando las rutas de información neurológica entre los dos hemisferios, facilitando el paso de información esencial del un hemisferio a otro, permitiendo la maduración de las diferentes funciones cognitivas.
  • 2. Ayuda al niño a determinar el espacio que le rodea: y permite así su desarrollo neorológico, al obtener información del ambiente, que le permitirá interacción socialmente de mejor forma.
  • 3. Se desarrolla la coordinación cerebral ojo-mano: porque al gatear, los niños establecen entre el ojo y la mano, una distancia similar a la que más adelante habrá entre ambos al momento de leer y escribir. De esa forma, el gateo favorece la aparición temprana de la función de leer y escribir, con los beneficios adicionales que ello conlleva intelectualmente.
  • 4. No lo obligues a pararse o caminar: tu guagua se pondrá de pie cuando se sienta preparada y segura para hacerlo, así que no la obligues y deja que gatee para que desarrolle sus músculos y articulaciones en preparación a sus primeros pasos.
  • 5. Adapta la casa para que el niño gatee libremente: en la medida que puedas, cierra o bloquea el paso de tu hij@ a lugares y objetos peligrosos (como los enchufes) y ten cuidado con las esquinas de los muebles para evitar accidentes. Procura que tu pequeño use ropa cómoda para que se desplace con facilidad y acompáñalo mientras descubre el mundo que lo rodea.
  • 6. Motívalo y acompáñalo: para que se sienta interesado, sobre todo si está comenzando a gatear. Es una tarea nueva para él y en ocasiones no querrá hacerlo a menos que estés junto a él, así que acompáñalo y guíalo, ya que es un ejercicio necesario.
  • Fuente:hipoclos.cl.

CUADERNOS DE REGLAS DE ACENTUACIÓN. 5º Y 6º DE PRIMARIA.

CUADERNO DE REGLAS DE ACENTUACIÓN DE 5º E.P.

CUADERNO DE REGLAS DE ACENTUACIÓN DE 6º E.P.

Os adjunto unos cuadernos de reglas de acentuación para el 3º ciclo de Educación Primaria, para trabajar con los alumnos. Estos cuadernos los ha realizado la editorial SM.

viernes, 20 de febrero de 2015

¿ CUÁL ES TU ESTILO EDUCATIVO COMO PADRE? ESTILOS EDUCATIVOS PARENTALES Y CONSECUENCIAS.


Parece imposible que sólo dos aspectos puedan definir el estilo educativo de una familia. Está claro que no hay dos personas ni dos momentos iguales, no obstante, podemos definir una "norma general" que, a grandes rasgos, delimite esos estilos y a partir de ahí ver dónde nos ubicamos y hacia dónde deberíamos tender.

Los expertos en la materia (Erikson, Baumrind...) asumen que la autoridad, en sus dos extremos permisividad/restricción, y el afecto, también en sus dos extremos proximidad/distancia, son elementos suficientes para definir el tipo de familia y las consecuentes conductas infantiles.


Como siempre, cualquier extremo es malo. Un alto grado de autoridad o control limita la autonomía e iniciativa del niño y, al contrario, un bajo grado favorece la dependencia y la inseguridad. En cuanto al afecto, entendido como el interés en la educación y el bienestar del niño, está claro que un bajo grado merma la autoestima y la seguridad. El afecto excesivo da una posición de dominancia y agresividad difícil de controlar.

Los papás autoritarios suelen poner un gran número de normas que esperan que se obedezcan de forma estricta, sin dar cabida a explicaciones ni a muestras de cariño o afecto. Al contrario, los permisivos pecan por no imponer límites a las conductas de los niños y por lo tanto de un bajísimo nivel de exigencia para con ellos que tratan de compensar fomentando en gran medida el afecto y el cariño. Por último, las familias con estilo negligente son aquellas cuyos padres no tienen ni control ni afecto por los niños que tienen bajo su responsabilidad. 


Los papás asertivos o democráticos consiguen el equilibrio: controlan y limitan dando libertad y permitiendo el desarrollo de la autonomía del niño desde el afecto, entendido como tiempo, presencia y responsabilidad en su educación, atendiendo a sus necesidades.

El resultado del estilo educativo de la familia, según estudios anteriores, se ve reflejado en la pauta de comportamiento infantil:

Cuadernos de Educación, nº26. Familia, escuela y comunidad. Ignasi Vila

Es decir, padres autoritarios (que no con autoridad) tienen hijos conflictivos o irritables, los permisivos tienen hijos impulsivos o agresivos, los permisivos favorecen la dependencia y el despotismo y los democráticos suelen ver en sus hijos energía y carácter amigable. El modelo negligente es el más perjudicial para los niños. Llevado a su extremo puede tener consecuencias como las que vimos en Aterrador.

Es evidente que no se puede encasillar a nadie. Cada día, cada uno de nosotros puede pasar por los cuatro extremos sin que eso suponga un efecto inmediato en el carácter de nuestros niños. Sin embargo, lo que sí que hay que analizar es con qué postura nos identificamos más y buscar más pronto que tarde el acercamiento al equilibrio... o la democracia.

Sus consecuencias en cada estilo:




Y tú ¿¿de quién eres??

Fuente: Pasitodegigante.blogspots.com








ESCRITURA A LA CARTA. PROYECTO LA CASA DEL SABER. SANTILLANA.



Escritura a la carta es un proyecto del Grupo Santillana para mejorar la escritura en nuestro alumnado.
Pinchar en el enlace.

LECTURAS COMPRENSIVAS. 1º Y 2º E.P.



Lecturas comprensivas para primer ciclo de educación primaria, este material ha sido realizado en el CEIP " San Francisco de Asis" Fuengirola-Mijas. 

jueves, 19 de febrero de 2015

TALLER DE CALIGRAFÍA. USO DE PICTOGRAMAS.



Os enlazo un cuaderno para trabajar la caligrafía y al mismo tiempo trabajando los pictogramas trabajamos también la comprensión lectora
Este cuaderno está realizado por Recursoep,2010. 

MI HIJO NO ME HACE CASO. CÓMO LOGRAR UNA AUTORIDAD POSITIVA.



Tener autoridad, que no autoritarismo, es básico para la educación de nuestros hijos. Debemos marcar límites y objetivos claros que le permitan diferenciar qué está bien y qué está mal, pero uno de los errores más frecuentes de padres y madres es excederse en la tolerancia. Y entonces empiezan los problemas. Hay que llegar a un equilibrio, ¿cómo conseguirlo para tener autoridad?
En una de las primeras charlas que dí a un grupo de padres de un parvulario, una madre levantó la mano y me preguntó:
- ¿Qué hago si mi hijo está encima de la mesa y no quiere bajar?
- Dígale que baje, – le dije yo.
- Ya se lo digo, pero no me hace caso y no baja- respondió la madre con voz de derrotada.
- ¿Cuántos años tiene el niño?- le pregunté.
- Tres años - afirmó ella.
Situaciones semejantes a ésta se presentan frecuentemente cuando tengo ocasión de comunicar con un grupo de padres. Generalmente suele ser la madre quien pone la cuestión sobre la mesa aunque estén los dos. El padre simplemente asiente, bien con un silencio cómplice, bien afirmando con la cabeza, porque el problema es de los dos, evidentemente.
¿Qué ha pasado para que en tan pocos meses una pareja de personas adultas, triunfadoras en el campo profesional y social, hayan dilapidado el capital de autoridad que tenían cuando nació el niño?
Actuaciones paternas y maternas, a veces llenas de buena voluntad, minan la propia autoridad y hacen que los niños primero y los adolescentes después no tengan un desarrollo equilibrado y feliz con la consiguiente angustia para los padres. El padre o la madre que primero reconoce no saber qué hacer ante las conductas disruptivas de su pequeño y que, después, siente que ha perdido a su hijo adolescente, no puede disfrutar de una buena calidad de vida, por muy bien que le vaya económica, laboral y socialmente, porque ha fracasado en el “negocio” más importante: la educación de sus hijos.
¿Cuáles son los errores más frecuentes que padres y madres cometemos cuando interaccionamos con nuestros hijos?
Antes de que siga leyendo, quiero advertirle que, posiblemente, usted, como todos -yo también- en alguna ocasión ha cometido cada uno de los errores que se apuntan a continuación. No se preocupe por ello. No es un desastre. Es lo normal en cualquier persona que intenta educar TODOS LOS DIAS. Tiene su parte positiva. Quiere decir que intenta educar, lo cual ya es mucho. En educación lo que deja huella en el niño no es lo que se hace alguna vez, sino lo que se hace continuamente. Lo importante es que, tras un periodo de reflexión, los padres consideren, en cada caso, las actuaciones que pueden ser más negativas para la educación de sus hijos, y traten de ponerles remedio.
Estos son los principales errores que, con más frecuencia, debilitan y disminuyen la autoridad de los padres:
  • La permisividad. Es imposible educar sin intervenir. El niño, cuando nace, no tiene conciencia de lo que es bueno ni de lo que es malo. No sabe si se puede rayar en las paredes o no. Los adultos somos los que hemos de decirle lo que está bien o lo que está mal. El dejar que se ponga de pie encima del sofá porque es pequeño, por miedo a frustrarlo o por comodidad es el principio de una mala educación. Un hijo que hace “fechorías” y su padre no le corrige, piensa que es porque su padre ni lo estima ni lo valora. Los niños necesitan referentes y límites para crecer seguros y felices.
  • Ceder después de decir no. Una vez que usted se ha decidido a actuar, la primera regla de oro a respetar es la del no. El no es innegociable. Nunca se puede negociar el no, y perdone que insista, pero es el error más frecuente y que más daño hace a los niños. Cuando usted vaya a decir no a su hijo, piénselo bien, porque no hay marcha atrás. Si usted le ha dicho a su hijo que hoy no verá la televisión, porque ayer estuvo más tiempo del que debía y no hizo los deberes, su hijo no puede ver la televisión aunque le pida de rodillas y por favor, con cara suplicante, llena de pena, otra oportunidad. Hay niños tan entrenados en esta parodia que podrían enseñar mucho a las estrellas del cine y del teatro. En cambio, el sí, sí se puede negociar. Si usted piensa que el niño puede ver la televisión esa tarde, negocie con él qué programa y cuanto rato.
  • El autoritarismo. Es el otro extremo del mismo palo que la permisividad. Es intentar que el niño/a haga todo lo que el padre quiere anulándole su personalidad. El autoritarismo sólo persigue la obediencia por la obediencia. Su objetivo no es una persona equilibrada y con capacidad de autodominio, sino hacer una persona sumisa, esclavo sin iniciativa, que haga todo lo que dice el adulto. Es tan negativo para la educación como la permisividad.
  • Falta de coherencia. Ya hemos dicho que los niños han de tener referentes y límites estables. Las reacciones del padre/madre han de ser siempre dentro de una misma línea ante los mismos hechos. Nuestro estado de ánimo ha de influir lo menos posible en la importancia que se da a los hechos. Si hoy está mal rayar en la pared, mañana, también.
  • Igualmente es fundamental la coherencia entre el padre y la madre. Si el padre le dice a su hijo que se ha de comer con los cubiertos, la madre le ha de apoyar, y viceversa. No debe caer en la trampa de: “Déjalo que coma como quiera, lo importante es que coma”.
  • Gritar. Perder los estribos. A veces es difícil no perderlos. De hecho todo educador sincero reconoce haberlos perdido alguna vez en mayor o menor medida. Perder los estribos supone un abuso de la fuerza que conlleva una humillación y un deterioro de la autoestima para el niño. Además, a todo se acostumbra uno. El niño también a los gritos a los que cada vez hace menos caso: Perro ladrador, poco mordedor. Al final, para que el niño hiciera caso, habría que gritar tanto que ninguna garganta humana está concebida para alcanzar la potencia de grito necesaria para que el niño reaccionase.Gritar conlleva un gran peligro inherente. Cuando los gritos no dan resultado, la ira del adulto puede pasar fácilmente al insulto, la humillación e incluso los malos tratos psíquicos y físicos, lo cual es muy grave. Nunca debemos llegar a este extremo. Si los padres se sienten desbordados, deben pedir ayuda: tutores, psicólogos, escuelas de padres…
  • No cumplir las promesas ni las amenazas. El niño aprende muy pronto que cuanto más promete o amenaza un padre/madre menos cumple lo que dicen. Cada promesa o amenaza no cumplida es un girón de autoridad que se queda por el camino. Las promesas y amenazas deber ser realistas, es decir fáciles de aplicar. Un día sin tele o sin salir, es posible. Un mes es imposible.
  • No negociar. No negociar nunca implica rigidez e inflexibilidad. Supone autoritarismo y abuso de poder, y por lo tanto incomunicación. Un camino ideal para que en la adolescencia se rompan las relaciones entre los padres y los hijos.
  • No escuchar. Dodson dice en su libro El arte de ser padres, que una buena madre -hoy también podemos decir padre- es la que escucha a su hijo aunque esté hablando por teléfono. Muchos padres se quejan de que sus hijos no los escuchan. Y el problema es que ellos no han escuchado nunca a sus hijos. Los han juzgado, evaluado y les han dicho lo que habían de hacer, pero escuchar… nunca.
  • Exigir éxitos inmediatos. Con frecuencia, los padres tienen poca paciencia con sus hijos. Querrían que fueran los mejores… ¡ya!. Con los hijos olvidan que nadie ha nacido enseñado. Y todo requiere un periodo de aprendizaje con sus correspondiente errores. Esto que admiten en los demás no pueden soportarlo cuando se trata de sus hijos, en los que sólo ven las cosas negativas y que, lógicamente, “para que el niño aprenda” se las repiten una y otra vez.
Sin embargo, una vez que sabemos lo que hemos de evitar, algunos consejos y “trucos” sencillos pueden aligerar este problema, ofrecer un desarrollo equilibrado a los hijos y proporcionar paz a las personas y al hogar. Estos consejos sólo requieren, por un lado, el convencimiento -muy importante- de que son efectivos y, por otro, llevarlas a la práctica de manera constante y coherente.
Algunas de estas técnicas ya han sido comentadas al hablar de los errores, y ya no insistiré en ellas. Me limitaré a enunciar brevemente, actuaciones concretas y positivas que ayudan a tener prestigio y autoridad positiva ante los hijos:
  • Tener unos objetivos claros de lo que pretendemos cuando educamos. Es la primera condición sin la cual podemos dar muchos palos de ciego. Estos objetivos han de ser pocos, formulados y compartidos por la pareja, de tal manera que los dos se sientan comprometidos con el fin que persiguen. Requieren tiempo de comentario, incluso, a veces, papel y lápiz para precisarlos y no olvidarlos. Además deben revisarse si sospechamos que los hemos olvidado o ya se han quedado desfasados por la edad del niño o las circunstancias familiares.
  • Enseñar con claridad cosas concretas. Al niño no le vale decir “sé bueno”, “pórtate bien” o “come bien”. Estas instrucciones generales no le dicen nada. Lo que sí le vale es darle con cariño instrucciones concretas de cómo se coge el tenedor y el cuchillo, por ejemplo.
  • Dar tiempo de aprendizaje. Una vez hemos dado las instrucciones concretas y claras, las primeras veces que las pone en práctica, necesita atención y apoyo mediante ayudas verbales y físicas, si es necesario. Son cosas nuevas para él y requiere un tiempo y una práctica guiada.

  • Valorar siempre sus intentos y sus esfuerzos por mejorar, resaltando lo que hace bien y pasando por alto lo que hace mal. Pensemos que lo que le sale mal no es por fastidiarnos, sino porque está en proceso de aprendizaje. Al niño, como al adulto, le encanta tener éxito y que se lo reconozcan.

  • Dar ejemplo para tener fuerza moral y prestigio. Sin coherencia entre las palabras y los hechos, jamás conseguiremos nada de los hijos. Antes, al contrario, les confundiremos y les defraudaremos. Un padre no puede pedir a su hijo que haga la cama si él no la hace nunca.

  • Confiar en nuestro hijo. La confianza es una de las palabras clave. La autoridad positiva supone que el niño tenga confianza en los padres. Es muy difícil que esto ocurra si el padre no da ejemplo de confianza en el hijo.

  • Actuar y huir de los discursos. Una vez que el niño tiene claro cual ha de ser su actuación, es contraproducente invertir el tiempo en discursos para convencerlo. Los sermones tienen un valor de efectividad igual a 0. Una vez que el niño ya sabe qué ha de hacer, y no lo hace, actúe consecuentemente y aumentará su autoridad.

  • Reconocer los errores propios. Nadie es perfecto, los padres tampoco. El reconocimiento de un error por parte de los padres da seguridad y tranquilidad al niño/a y le anima a tomar decisiones aunque se pueda equivocar, porque los errores no son fracasos, sino equivocaciones que nos dicen lo que debemos evitar. Los errores enseñan cuando hay espíritu de superación en la familia.
Todas estas recomendaciones pueden ser muy válidas para tener autoridad positiva o totalmente ineficaces e incluso negativas. Todo depende de dos factores, que si son importantes en cualquier actuación humana, en la relación con los hijos son absolutamente imprescindibles:amor y sentido común.
Educar es estimar, decía Alexander Galí. El amor hace que las técnicas no conviertan la relación en algo frío, rígido e inflexible y, por lo tanto, superficial y sin valor a largo plazo. El amor supone tomar decisiones que a veces son dolorosas, a corto plazo, para los padres y para los hijos, pero que después son valoradas de tal manera que dejan un buen sabor de boca y un bienestar interior en los hijos y en los padres.
El sentido común es lo que hace que se aplique la técnica adecuada en el momento preciso y con la intensidad apropiada, en función del niño, del adulto y de la situación en concreto. El sentido común nos dice que no debemos matar moscas a cañonazos ni leones con tirachinas. Un adulto debe tener sentido común para saber si tiene delante una mosca o un león. Si en algún momento tiene dudas, debe buscar ayuda para tener las ideas claras antes de actuar.
Fuente:Pablo Pascual Sorribas